Moni
Fecha: 11/10/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... puso boca arriba en la toalla, y yo boca abajo como pude para no aplastarme demasiado la polla, pues mi bandera seguía ondeando y no precisamente a media asta. Nuestros cuerpos estaban muy juntos y yo sólo tenía ojos para ella. Sus cabellos lanzaban reflejos dorados, su rostro aparecía realmente relajado. Algo me llamaba a besar sensualmente sus labios, pero seguía mirándola extasiado, en su cuello tan sensual como siempre podía notar el palpitar de una vena, y sus senos subían y bajaban al ritmo de su respiración. Me recreé contemplando sus deliciosos pezones rosados que curiosamente estaban totalmente erectos, y la blancura de sus senos. Su barriga lisa , su ombligo, me llevaban inexorablemente hasta su monte de Venus que aparecía casi totalmente depilado, salvo por una delgada línea rubia de vello. Pude ver en sus labios vaginales un reflejo cristalino y me di cuenta de que estaba húmeda, lo cual unido a sus pezones erectos me hizo convencerme de que distintas escenas eróticas debían estar pasando por su cabeza. De repente abrió los ojos y me miró. Por un momento nuestras miradas se hundieron la una en la otra y entonces se acercó hasta mí y me besó suavemente. Cerré los ojos y el beso se volvió más apasionado, aunque de repente casi di un bote involuntario pues ella había agarrado mi miembro con sus dos manos, pero la presión era la justa: ni floja como la de aquellas mujeres que piensan que están cogiendo cristal o que les da miedo tocar, ni dura o dolorosa como las que ...
... parece que están jugando con un joystick. Yo había llevado mi mano izquierda a sus nalgas y las acariciaba sensualmente especialmente allí donde se une la nalga a la pierna y donde se use a la base de la columna, aunque al poco me llevé un dedo hasta su coñito que pareció sumergirse en una piscina de lo mojada que ella estaba. Al punto subí esa mano desde sus nalgas, pasando por su espalda hasta su seno derecho que masajeé un poco hasta pellizcar su pezón con mi dedo aún húmedo por sus jugos y noté como se ponía aún más duro entre mis dedos. Mientras con mi otra mano le masajeaba la cabeza bajo el pelo... Alguien viene- dijo ella de pronto. Me senté como incorporado por un resorte y traté de taparme como pude con una camiseta, miré a mi alrededor y vi que no había nadie cerca nuestro. Desde nuestra llegada habían llegado otras dos parejas, pero estaban lejos de nosotros y una se estaba bañando. Miré a Mónica y estaba sonriendo pícaramente. Ja,ja,ja. Has picado- me dijo- tenía miedo de que te dejaras llevar por la pasión, ja,ja. Me tenía en sus garras, estaba a su merced, jugaba conmigo como un gato con un pajarillo, pero a fe mía que valía la pena. Vamos a bañarnos a ver si conseguimos que se te baje eso- me dijo fijando la vista en mi miembro rojo e hinchado. Estás tú para hablar- respondí molesto. No te enfades, tonto- dijo ella sonriendo mientras se levantaba y ahora me tendía la mano para que me levantase, cosa que hice- tranquilo que yo te cubro- dijo agarrándome de la ...