1. Adictas al Embarazo 2


    Fecha: 22/10/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Sombra, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... caer un reguero de esperma de un muy abierto y palpitante culito, propiedad de una dulce abuelita.
    
    Clara yacía en el primer escalón, incapaz de moverse y respirando todo ese ambiente cargado y oloroso a sexo.
    
    Esa semana, cada que Rocío se perdía de vista, Clara la encontraba pegada a la polla de su hijo, ya fuera la boca, la concha o el culo, no podía pasar un día sin ensartarse por donde fuera, mientras que ella no podía despegar sus manos de su pucha, flagelándose a sí misma y deseando internamente cambiar lugares con su madre.
    
    El colmo fue el sábado por la noche, había subido a su habitación unos minutos, al bajar pudo verlos como en el sofá su hijo penetraba a su abuela mientras que con el pulgar de su mano masajeaba su clítoris. Hizo ruido, emulando que bajaba las escaleras, pero no pudieron detenerse. Ella debía hacer acto de presencia.
    
    -¡Qué hacen!
    
    Leo propinó un fuerte envite que lo volvió a petrificar sobre el cuerpo de su abu. No podía parar de correrse, en tanto que Rocío había logrado tener en tiempo récord un orgasmo demoledor.
    
    Su rostro reflejaba sorpresa y enojo, pero no por encontrarlos cometiendo incesto, sino porque deseaba ser parte de él. Su almeja estaba babeando, su panty se hallaba completamente mojada y las partes internas de sus muslos comenzaban a dejar deslizar por ellos los fluidos.
    
    Tardaron un poco en recomponerse, de sólo percibir sus olores, pudieron percatarse del nuevo olor que se abría paso entre los ya existentes. ...
    ... Clara no podía ocultarlo, ya no quería ocultarlo, pero así como deseaba con todas sus fuerzas unirse a esa barbarie desesperante de amor filial, también la embargaba el miedo y la duda.
    
    Leo se acercó a ella, la desprendió de su camiseta larga y delgada, le desabrochó el brassier y le bajó la panty hasta lanzarla por los aires. La recostó sobre la alfombra. Besó su vientre ya no tan plano, sobó esas hermosas tetas suaves como flanes y pasó varias veces su glande por sobre su monte de venus, dejando los fluidos de su abuela y de él sobre los pelos hirsutos de la majestuosa gruta que custodiaban.
    
    Bajó el glande a la entrada, el meato de este toco el de ella antes de enfilarse completamente dentro del túnel que ya conocía muy bien.
    
    -¡Espera!
    -¿Qué sucede?
    -El condón...póntelo. No podemos, no debemos.
    -¿Por qué? ¿A que le temes? ¿Acaso crees que tengo algo?
    -¿Y si me preñas? Sería algo espantoso.
    -¿A caso sería una carga? ¿Te pesaría igual que yo lo hice?
    -¿Cómo?
    -Lo sé. Cuando era pequeño...era una carga para ti. Te desesperaba que no podías volver a ser una adolescente normal, como tus demás amigas.
    -No me refiero a eso, no te das cuenta de que sería algo que...
    -Sí, lo sé. Sé perfectamente a lo que te refieres. Pero ten por seguro que yo no me voy a detener por eso, los querré igual. Aún si eso pasara, yo seguiría aquí con ustedes, cuidando de todos. Porque su vida no existiría de no ser por este acto, bien o mal, existiría. Y puede que ello conlleve un dilema ...
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