1. El cuarto prohibido de mamá - 05


    Fecha: 25/04/2024, Categorías: Incesto Autor: Barbara Lopez Rucci, Fuente: TodoRelatos

    ... pantalla y ocasionalmente deslizaba su dedo sobre ella. Al ver que el rostro se le enrojecía y su mueca adoptaba la posición de la decepción, Julián se supo en problemas.
    
    —Me filmaste mientras estabas debajo de la cama… y nunca me lo dijiste —dijo ella.
    
    —Es que…
    
    Beatriz devolvió el celular, llevó la mano a su frente y, tras un suspiro, contempló la pared opuesta a Julián.
    
    —No se que decirte… solo vete a tu cuarto, no quiero hablar contigo.
    
    Esas palabras dolían más que cualquier grito o bofetada. Dolían más que ser echado de la casa o señalado como un perverso. Julián supo que era mejor no decir más y se dirigió a su cuarto, con el celular nada más, pues también resultó obvio que no podía llevarse con él la bombacha. Y allí, encerrado, preocupado y triste por haberlo arruinado, abrió el correo para comunicarse conmigo.
    
    Al leerlo, una o dos horas después, me molesté bastante. Disfrutaba de sus experiencias, y él de contármelas, recibir consejos y verlas plasmadas en forma de relato en internet. Poco a poco, comenzaba a notar como el vínculo de madre e hijo se sumaba, con una naturalidad extraordinaria, a un vínculo diferente entre él y Beatriz. Lo malo de ese vínculo es que, a diferencia del de sangre, podía romperse Me resultaba enervante que fuese capaz de destruirlo todo por una tontería semejante.
    
    Desde mi punto de vista, resultaba evidente que Beatriz se había decepcionado de él y si quería resolverlo, debía tratarla como un hombre trata a una mujer, ...
    ... olvidándose de que esa mujer en realidad era su madre. Le dije que borrara esos videos y esperara al día siguiente. Le ordené que se disculpara y escuchara; y que, cuando ella le pidiera tiempo, solo lo aceptara con la cabeza gacha y una disculpa más en su boca. Aún con eso, nadie podía asegurar que el rio se calmara lo suficiente para que el bote pudiese navegar como lo había hecho hasta ese estúpido error.
    
    La noche llegó sin el aroma de la cena. La puerta del cuarto de Beatriz esta vez permaneció cerrada y también lo estuvo al día siguiente, con llave, cuando se fue a trabajar. Julián temía y se sentir ansioso. Caminaba por toda la casa como un desquiciado y contemplaba el reloj, como si su sola mirada lograse hacerlo avanzar a más velocidad.
    
    Julián y su madre se vieron por primera vez desde la mañana anterior, cuando las tres de la tarde habían pasado. Beatriz se había ido directo al cuarto prohibido y entonces Julián golpeó la puerta con suavidad. La respuesta tardó en llegar, lo tanto para que fuese necesario debatir si insistir con los golpes o retirarse para intentarlo en otro momento, pero por fin la voz contestó desde el otro lado.
    
    —Puedes pasar.
    
    Tímidamente Julián se adentró en el dormitorio. Cerró la puerta con delicadeza y caminó hasta llegar a la cama. Por algún motivo, esperaba que su madre volviera repentinamente a cada una de sus viejas costumbres; en realidad lo temía. Esperaba ver de nuevo esas pijamas aburridas y sobrias, pero encontró a la misma ...
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