1. Mezcla de sensaciones: sexo y morbo


    Fecha: 19/09/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Sconvix, Fuente: CuentoRelatos

    ... novedad y ambos queríamos "aprovechar" las nuevas tecnologías. Por lo que me contó, su matrimonio andaba últimamente descaminado, muy descaminado. Por ello intuí que la falta de sexo con su marido le había llevado a los brazos de la autosatisfacción y, en un nivel distinto, al cibersexo. La primera sesión, los dos con webcams (aunque ella sin mostrar su rostro), fue memorable. Me indicaba cada movimiento, casi cada gesto, me sugería posiciones de lo más llamativas y morbosas. Escribía frases que se grababan como fuego en mi mente, a la vez que se masturbaba, galopando sobre su silla mientras se introducía un consolador. Deseaba ver cómo su rostro se desencajaba de placer, cómo sus gemidos escapaban de entre sus fauces. No recuerdo cuánto tiempo duró, pero recuerdo que eyaculé una gran cantidad de semen que despegó desde mi capullo hasta una distancia considerable. Ella chorreaba, y me mostraba cómo un líquido viscoso y caliente se desprendía del interior de su coño. A veces gustaba de masturbarse sobre las bragas, unas bragas rosadas o blancas que quedaban manchadas al final, y que me hubiera gustado lamer o hacer que ella lamiese. Seguía sin ver su cara, pero eso ya no importaba, disfrutábamos del cibersexo y después de una conversación bastante amena. Recuerdo que le gustaban mis poses, parcialmente echado sobre el sofá y masturbándome. Unas veces prefería que mis propias manos me acariciasen, pellizcando mis pezones, metiéndome los dedos en la boca… En otras prefería ver ...
    ... cómo me masturbaba con ambas, abarcando toda mi verga; e incluso gustaba de ver cómo apretaba mis testículos. Todo ello lo acompañaba con un rostro sumido en el placer, me resistía a cerrar los ojos puesto que deseaba verla por webcam, pero era casi inevitable no caer ante el morbo de saber que me contemplaba, disfrutando de ver cuán habilidad había adquirido gracias a sus directrices. Respecto a su webcam, por ella podía ver su cuerpo desnudo, introduciéndose el consolador entre los pechos, simulando ser mi polla. A veces se abría totalmente de piernas y se auto taladraba mientras se estremecía de lujuria, viéndome o leyendo mis ardientes palabras. Pero lo mejor era verla saltar sobre el afortunado artilugio y masajeando sus enormes pechos. Al final echaba el cigarrito, saciada y a gusto. Un acontecimiento esperado Tras un año de magnífica relación cibernética, Noa se divorció, buscó piso y vivió sola. Ello implicaba más trabajo, más responsabilidades, pero también más soledad, por lo que pronto retomamos nuestra "relación" de un modo más libre. Por fin pude admirar su rostro y quedarme maravillado con sus gestos. También conocí su voz y ella la mía, con lo que descubrí que mis gemidos de placer le provocaban el mayor de los morbos. Mis jadear era lo que más le atraía, verme desnudo y disponible para ella, a su merced, joven y pasional, ardiendo bajo las llamas que ella misma provocaba. Todo ese maremágnum de sensaciones estaba coronado por los gemidos que profería, haciendo ...
«1234...14»