1. Ayudando a Mamá (01).


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    ... pude distinguir nada; pensé en las manos de mi tío, hurgando en su intimidad, él seguramente había podido tocar toda la vagina a gusto... ya no me cabía ninguna duda, él le había metido un dedo, por eso ella se sobresaltó-. Primero me toco por afuera, pensé que de ahí no iba a pasar, por eso no le dije nada. -¿No te molestó que te toque? –ella me contaba todo con lujo de detalles y eso me calentaba más, ya podía ver gotitas emergiendo lentamente de mi pene. -Ahora que estoy soltera, no. Al contrario, me gusta que me tomen por sorpresa. -¿Y vos que hiciste? –mi interés crecía a cada momento. -Este... mejor no te cuento, sino vas a pensar mal de tu madre –mordió levemente su labio inferior. -No, de verdad que no, vos sos libre de comportarte como te guste y me alegra que estés disfrutando de tu nueva vida, por culpa de papá te privaste de mucho. -Gracias, hijo –me dijo con una amplia sonrisa–, está bien, te sigo contando. Cuando Carlos me tocó, subí una de mis piernas al inodoro, como para… invitarlo a pasar -noté una mirada cómplice en su rostro–. Y bueno, ahí me metió los dedos, pero con delicadeza, sabía cómo tratar a una mujer. Pude ver que la tenía parada, se le notaba mucho. Al principio no iba a hacer nada, pero al final me decidí y se la toqué... pero por arriba del pantalón –ella comenzó a acariciar lentamente su entrepierna por encima de la pollera, yo movía más rápido mi mano sobre el pene pero no hacía el clásico movimiento de masturbación, para no ser tan ...
    ... evidente-. Me estaba emocionando con el toqueteo así que le abrí la bragueta. Tenía un buen “amiguito”, verlo me provocaba. Tenía muchas ganas de… este... ¿cómo te lo digo? –hizo una breve pausa-. De chupársela. ¿Para qué andar con rodeos? Vos sabés muy bien lo que es eso. Creo que me gusta mucho… sentir un… pene en la boca –ella se acariciaba con menos disimulo y tenía las piernas algo separadas, el vestido se le había subido un poco, lo que me permitía ver un poco más sus piernas. Entrecerró sus ojos. -¿Y se la chupaste? Disimuladamente humedecí la punta de mi verga con saliva y proseguí a masturbarme, pero lentamente, mientras adivinaba el contorno de su entrepierna cuando ella hundía sus dedos en la tela del vestido. La escuché gemir y el miembro se me puso duro al máximo repentinamente. La vi sacudir lentamente su cabeza de un lado a otro, no sabía si estaba tan caliente como yo o se debía a alcohol. Lo más probable es que fuera una mezcla de ambas cosas. -Bueno… no me aguanté, me agaché y se la agarré fuerte con una mano. Cuando la tuve ahí delante me la puse en la boca. Sólo le chupé un poquito la punta, la tenía muy seca… pero seguí chupándola hasta que se la dejé bien húmeda… ¡uf, que rica que estaba! –ella parecía olvidar que estaba hablando con su propio hijo. Con su mano libre comenzó a tocarse las tetas, metiendo los dedos debajo de la ropa, sus pechos se iban asomando cada vez más hasta que pude ver sus oscuros pezones frente a mis ojos. Giró su cabeza hacia mí y miró ...
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