1. Ayudando a Mamá (01).


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    ... fijamente mi verga-. En cualquier momento eso te va a explotar, Nico –no pude apartar la mirada de esas tetas asomándose de forma impertinente. -Pe… perdón –caí momentáneamente a la realidad-. No me di cuenta. -No, hijo, está bien. Mejor seguí hasta que largues todo, no es bueno que lo retengas tanto, sino después te van a doler los testículos… Además yo también estoy a punto de explotar… yo también necesito descargar de vez en cuando. Se levantó completamente la pollera y pude ver una línea de pelitos del ancho de dos dedos que se dirigía justo a su clítoris, desde mi posición podía ver los voluptuosos labios vaginales y ese botoncito rosado en el centro. Comenzó a frotárselo con un solo dedo, moviéndolo de abajo hacia arriba. Me paralicé por un segundo, pero mi instinto sexual me obligó a mover la mano por todo el largo de mi pene erecto. -¿Qué pasó después? ¿Se la seguiste chupando a Carlos? –pregunté tragando saliva. -Estaba muy caliente… de verdad. Terminé metiéndome ese tronco hasta la garganta –el movimiento de su mano se hacía cada vez más rítmico–. Él gimió y pensé que me iba a acabar en la boca... te voy a confesar algo, Nicolás, por lo general a muchas mujeres no les gusta eso, pero a mí me fascina. Me encanta sentir el semen en mi boca, pero con tu padre no podía hacerlo mucho ya que a él le daba asco, sólo podía aprovechar cuando estaba muy excitado, o un poco tomado. Pero en ese momento yo quería otra cosa. -¿Qué cosa? –ella pasó un dedo entre sus labios ...
    ... vaginales y yo moví rápidamente mi mano de arriba hacia abajo, estirando y comprimiendo mi prepucio. -A ver, para que entiendas te digo que me puse de rodillas sobre el inodoro y me levanté la pollera –hizo una pausa y se quedó mirando mi verga-, quería que él me clavara -vi que metía bien adentro un dedo en su concha mientras meneaba su cadera, lo retuvo ahí durante unos segundos y luego comenzó a meterlo y a sacarlo rítmicamente, ¡se estaba pajeando delante de mí!– Carlos se arrodilló detrás de mí y empezó a chupármela. Si vieras que bien lo hizo... me habría la concha –al decir esto separó sus labios vaginales usando su mano libre; tragué saliva y me pajeé con más ganas–, y me metía la lengua –se metió dos dedos bien adentro y comenzó a moverlos–, me dejó súper mojada. Después se paró y acomodó su miembro… para metérmelo… me lo estaba metiendo despacito… ¡Ay, cuando la sentí adentro… qué placer! –arqueó su espalda y se masturbó frenéticamente, su vagina estaba muy húmeda y sus dedos resbalaban con gran facilidad, luego de unos segundos volvió a la posición de reposo, sin dejar de tocarse-; pero cuando empezó a darme escuchamos un ruido en el pasillo. Supimos que alguien venía y nos vimos forzados a interrumpir lo que hacíamos. Tuvimos que acomodarnos la ropa rápidamente y disimular. Al final me quedé con las ganas de todo. Se quedó callada y fijó sus ojos sobre mi verga mientras yo me pajeaba rápidamente, ya no me molestaba en disimular, mi calentura era extrema. Ella seguía ...
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