Ayudando a Mamá (01).
Fecha: 02/04/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos
... nada tenía que ver con la delicadeza femenina de mi madre. Admito que me producía celos ver cómo él disfrutaba de esa conchita, pero al mismo tiempo ese contraste que había entre ellos me resultaba excitante. Pude escuchar los leves gemidos de mi madre mientras Luis aceleraba sus movimientos y le apretaba las tetas, las sacó del escote y pude ver sus oscuros pezones que contrastaban con la pálida piel. Sus tetas parecían inflarse como globos mientras toscos dedos las estrujaban con fuerza. -¿Viste putita? Te dije mil veces que cogía mejor que el boludo de tu ex marido -dijo el hombre calvo con voz ronca-. Yo sabía que algún día ibas a entregar -a mi madre parecía no molestarle para nada el vulgar lenguaje de su vecino, al contrario, parecía estimularla más; se aferraba con fuerza al lavarropas y éste se sacudía bajo el peso de los dos-. Tenés la conchita muy apretada mamita, te hacía falta un buen pedazo de carne -las embestidas se hicieron más fuertes; mi madre resoplaba apretando los dientes y de vez en cuando dejaba escapar un gemido de placer- ¿Te creés que no me daba cuenta de cómo se te iluminaban los ojitos cuando te decía que te iba a romper ese culito respingado? -Me preguntaba cuándo le había dicho esas cosas a mi madre, ella emitió un quejido diciendo: “¡Ay, sí!”. Jamás se me había cruzado por la cabeza imaginar qué posibles muecas haría mi madre cuando la cogían, o las cosas que ella podría llegar a decir. Me dejaba estupefacto ver cómo aceptaba y parecía ...
... disfrutar del lenguaje soez y el trato brusco. Luis se detuvo repentinamente, me dio la impresión de que acomodaba su verga usando una mano. -No, por la cola no -dijo mi madre entre jadeos. -Dijiste que querías probar cosas nuevas. -Sí, lo sé; pero eso por ahora no... otro día la entrego sin problemas. -Está bien, entonces haceme un pete –dijo Luis quejándose porque ella no había accedido. -No, cogeme –casi le suplicaba, mi madre estaba desesperada porque se la metieran. -Yo te cojo mamita, pero si después te tomás la lechita –pensé que ella se ofendería con esa petición. -Me la tomo toda, pero cogeme. Él le levantó la pollera dejando la blanca cola de mi madre a la vista, pude ver un grueso tronco marrón oscuro asomándose por detrás, no podía ver la concha de mi madre pero era obvio que el pene era grande y que ya estaba entrando y saliendo otra vez. A los pocos segundos escuché su respiración acelerándose. -A ver putita, mostrame cómo acabás –dijo el tosco hombre mientras la clavaba con furia. Los gemidos de mi madre se incrementaron y supe que estaba teniendo un orgasmo, yo mantenía la verga dura en mi mano y no podía dejar de tocarme al escuchar tal expresión de placer. Gemía con dulzura, como si hubiera sido desvirgada recientemente- cómo te gusta la pija, puta… -Luis tenía razón, ella sí parecía muy puta en esa situación- ahora te la vas a comer toda. Mi madre dio media vuelta y se arrodilló sin esperar un segundo, acercó el grueso pene de Luis a su boca y lo apresó entre sus ...