No hay nada como una madura insatisfecha como Tere
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: cartuz, Fuente: RelatosEróticos
... importante que me pedirás que te folle y que te estrene ese culito tan desaprovechado. A ella se le quito esa cara que puso y no aguanto la mirada. Quedándose seria, bueno más que sería pensativa. Iba tan fuera de juego, que llego donde la dependienta diciéndola que se llevaba todo. Lola y mi madre, la decían con ese cuerpo es que todo te queda bien y se rieron. Pero ella seguía a lo suyo. Mi madre la dijo que la pasaba, que mañana más rara llevaba. Ella contesto que lo mismo era que tenía el estómago vacío. Rápidamente Lola y mi madre dijeron de ir a la última planta que estaba la cafetería. Cuando llegábamos a las escaleras mecánicas, las primeras que pasaron fue Lola y mi madre, agarrando yo con disimulo a Tere, para que una mujer pasara delante y nosotros detrás, ella me miraba con cara muy seria. La miro y la digo… -En una cosa tenías y tienes razón. - ¿En que si se puede saber? Pregunto extrañada. -En que tu marido es un gilipollas. Yo creo que se oyeron sus risas en todas las plantas de los grandes almacenes. Mi madre y Lola, se giraron y la miraron con cara de incredulidad. Seguimos subiendo y la dije que además ella era “mucho arroz para tan poco pollo”, esta vez se aguantó la risa, pero note que le hizo gracia. Lola dijo que le contáramos el chiste, para reírse ellas también. Yo haciéndome el tonto, apoye a Lola diciéndome que no tenía ni idea de esas risas, que la había preguntado y no me quiso contestar. A Tere no el quedo más remedio que dar una explicación, ...
... alegando que se había acordado de un chiste que la contaron, que en el momento no lo pillo y, pero ahora sí. Dijimos todos que lo contara, pero dijo que la daba vergüenza y zanjo el asunto. En la cafetería nos tocó sentarnos en unas mesas de esas que quedan dos caras a los otros dos. Yo sin pensármelo me senté con Tere y nadie le dio importancia, exceptuando Tere que seguro que algo estaría pensando sobre eso. Pedimos las consumiciones. Mientras hablaban yo aprovechaba para tocar la pierna de Tere con mucho disimulo. Ella se levantó del asiento me pidió que la dejara pasar, ya que en esos asientos todos entran por el mismo sitio y dijo que iba al servicio, automáticamente las otras dos mujeres, dijeron que ellas iban también, dejándome a cargo de todas las bolsas. Cuando regresaron ya estaban las consumiciones en la mesa, pero me lleve un chasco cuando Tere dijo que prefería sentarse en el otro lado, que donde se sentó antes le daba el aire acondicionado en la espalda. Mi madre cambio el sitio, me contrario, pero Lola la dijo que pasara ella primero, que no le gustaba quedarse contra la pared. Me sonreí porque quedaba justo enfrente de mí. Como las mesas quedan ciertamente demasiado justas, me valdría para poner en marcha mi nuevo plan. Ellas tomaban café y una porción de tarta. Yo solo café. Me quite el zapato y con las piernas grandes que tengo, no fue ningún problema poner uno de mis pies entre las piernas de ella. Cuando la noto casi se atraganta. Me miro, que parecía que se ...