No hay nada como una madura insatisfecha como Tere
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: cartuz, Fuente: RelatosEróticos
... le saldrían los ojos de sus orbitas. Trato como pudo de impedir que mi pie avanzara, pero no lo logro. Jugaba con mi pie en su entrepierna, al ratito notaba la humedad. Mucho protestar, mucho decir no, pero su coñito la seguía traicionando. Y sus pezones también. Se le notaban cada vez más marcados. Eso me excitaba a mí. No lo podía evitar unas buenas tetas me podían cachondo siempre, al igual que un buen culo. Estaba tan acelerada que se comió la tarta la primera y con diferencia, el comentario de Lola y mi madre, fue el de que sí que tenía hambre. Ella se limitó a decir, que había prisa, que si querían llegar puntuales a donde habíamos quedado con Ramón y mi padre, para comer. No podíamos entretenernos mucho, ya que nos quedaríamos sin cosas que tenemos que comprar. Yo no sabía nada de la comida, por lo que pregunte. Diciéndome mi madre que creía que lo sabía. Acabaron rápido de desayunar y nos levantamos. Cuando salimos de la cafetería, note un pellizco fuerte y era Tere con cara de mala leche. Sonreí pensando que ya me vengaría yo. Fuimos por varias secciones, hasta que mi madre me dijo, que si quería podía y a ver lo que quisiera. En mi cabeza algo me decía, que era una forma sutil de decirme que molestaba, en ese momento concreto. Dije que daba igual que estaba bien ahí. Pusieron cara rara y entendí el porqué, íbamos a la zona de lencería. Entonces las dije que estaría dando alguna vuelta por otras secciones. Se quedaron más tranquilas. Pero antes de irme, le dije al ...
... oído a Tere que, seguro que el color blanco a ella la quedaría de 10, además es el que más me gusta. Hizo que me ignoraba, pero vi cómo se aguantaba una sonrisa. Acabaron y ya llevábamos el tiempo justo. Llegamos al restaurante y ya nos estaban esperando. Golpecitos en el reloj para que lo viéramos, siempre igual, no se puede quedar con vosotras… mayormente todos los comentarios de Ramón, eso si mi padre le reía las gracias. Quedamos sentados de tal manera, que Lola quedaba a mi derecha, Tere a mi izquierda, luego su marido, el siguiente mi padre y para terminar mi madre. Mi padre pregunto y en qué momento pregunto, que si habían comprado mucho. Todas dijeron cosas y Lola añadió sin ninguna mala intención, que también vuestras mujeres han comprado una ropita que os gustara. Lógicamente se refería a la lencería, pensé yo. Fue acabar de decirlo cuando ramón dijo mil barbaridades, que para que, si ya estaban muy vistas, que no tenían 18 años, etc. La cara de todas y todos era un poema. No me corte y dije… -Más de una de 18 quisiera estar así. (Sentencie) - ¡CARLOS! Dijo mi madre con cara seria y de asombro. - ¡AHORA MISMO PIDE DISCULPAS! Ya hablaremos en casa, dijo mi padre con cara de pocos amigos. Mirando a mi padre me quede callado. -He dicho que pidas disculpas, volvió a decir mi padre. Note la mano de Tere agarrando mi muslo, como diciéndome que hiciera caso a mi padre. Yo con mi mano izquierda toque y agarre la mano de Tere, pero esta vez no era para toquetear, era para que ...