Los amigos de mi mujer (3) Hugo
Fecha: 10/11/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: komo, Fuente: CuentoRelatos
... a Silvia no le quedó otra, que conformarse con intentar comerse el coño de Marta. Se situó tras ella, y le subió la falda, e, introduciendo las puntas de sus dedos, le bajó las bragas hasta los tobillos. Con sus manos, separó los hermosos cachetes del culo de Marta, y lamió con su lengua sus labios vaginales, y su agujero negro. Con la punta de la lengua, trató de penetrar el sabroso culo de Marta. Apenas tenía la puntita dentro de su orificio, cuando notó un temblorcillo a través de la misma lengua… Penetró el chochito igualmente, y, de nuevo, sintió el temblorcillo… Un fino hilito, salía del chochito. Pero, Marta no estaba con la regla... no podía ser… Notó una sacudida, una vibración... aquello... no podía ser otra cosa que... tiró suavemente del hilito, y como, si una gallina hubiera puesto el huevo, éste salió al exterior, saludando con un nuevo temblor, ahora ya, sobre la mano de Silvia. El chocho de Silvia, comenzó a chorrear jugos, que se escurrían por sus muslos. Le resultó extremadamente morboso, ver salir el huevo del chochito que anhelaba. Lo lamió, saboreando el aroma de Marta. Volvió a vibrar cuando lo lamía, y no pudo resistirlo más… se abrió de piernas y se lo metió hasta el fondo de su vagina, apretando los muslos entre sí, seguidamente. Como si el huevo quisiera agradecer el cambio de ubicación volvió a vibrar enérgicamente... tanto, que Silvia se tuvo que abrazar a Marta, que, como una leona, no soltaba la presa de su boca… Silvia metió sus dedos en el ...
... chochito de Marta, y comenzó a masturbarle… Se compuso un delirio de escena... Silvia, recibiendo las órdenes del telemando en su chochito, a su vez, ésta masturbando a Marta, y ésta comiéndose el pollón de Hugo... y Hugo... no salía de su asombro... su primer día de trabajo... ¡y cómo lo estaba sudando!... ¿Qué le esperaría en los días sucesivos?... Yo, continuaba deambulando por la Sección de Lencería, atizando con el dedo sobre los botones del telemando en mi bolsillo... pero parecía no funcionar... sin embargo, las lucecitas de led’s del mismo, sí se iluminaban al pulsar los botones... pero de Marta, ni rastro… ¡maldita mierda de aparato…! Y pulsé, ya no sé qué opción del menú, y olvidé el mando en mi bolsillo pensando que debía haberse estropeado… Entonces escuché unos alaridos que provenían de los probadores. Me acerqué, y escuché con atención... volví a escuchar... como un gemido lastimero... era como si alguien se hubiese pillado un dedo con una puerta... al momento, volví a escuchar, pero esta vez, parecían dos gemidos… y un aullido. No acertaba a suponer de qué se trataba… Grité en voz alta: ¿Quién es?… ¿Qué ocurre?... Me iba a acercar, cuando, del último probador salió Marta, con unas bragas en la mano. -¡Hola, querido!, ¿viste mi mensaje? -Sí claro… pero parece que esto no funciona —porque lo llevas puesto… ¿no? -Pues verás... sí... pero, subí a probarme algunas prendas… -Mientras salíamos de probadores, volví a coger el mando a distancia, de mi bolsillo y de nuevo, ...