Los amigos de mi mujer (3) Hugo
Fecha: 10/11/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: komo, Fuente: CuentoRelatos
... oprimí un botón al azar acercándolo al trasero de Marta… -quizá fuera que no tenía suficiente alcance-… -pensé- Al ver que ella no acusaba ningún estímulo, volví a meterlo en mi bolsillo… -Pues no... no funciona… -pensé- En el último probador, Silvia asía con fuerza el enorme cipote de Hugo, que ahora lucía gordísimo y brillante, y, al sentir de nuevo la vibración en su vagina, lo metió una vez más a su boca, propinándole una mamada con tanto ahínco, que Hugo se vació en ella irremisiblemente, colmando de semen caliente su boca viciosa, mientras ambos, experimentaban uno de los más fuertes orgasmos que habían disfrutado en toda su vida. Marta me acompañó hasta su oficina, donde me explicó que deberíamos invitar a cenar al sobrino del Director, que estaba trabajando en prácticas, (bueno, si él no tenía otro plan), esa misma noche, pues con ello, se podría granjear el favor del Director para el futuro. Me explicó que se llamaba Hugo, y que, aunque le conocía de vista del gimnasio al que iba habitualmente, era un muchacho muy simpático… Estuve de acuerdo con Marta, en que deberíamos invitarlo y agasajarlo, de forma que quedara complacido, pues de allí se podrían obtener algunos favores en el futuro. Llamaron a la puerta. -Adelante... -dijo Marta.- La puerta se abrió. Era Silvia, que portaba un sobre, que al parecer, contenía un objeto, pues se veía abultado. -Te lo dejaste "olvidado" en ...
... el probador… -Gracias -dijo Marta cogiendo el sobre… -Silvia... ¿te importaría decir a Hugo que esta noche, a mi marido, y a mí, nos gustaría que nos acompañara a cenar? -¡Claro!... no es molestia… Los ojos de Silvia, se aguzaron, y su boca, esbozó una sonrisa casi imperceptible… -Otra cosa, Silvia... ¿te apetecería acompañarnos tú también? Los ojos de Silvia ahora se abrieron por completo… Su imaginación se desbocó, y apenas pudo contestar… -Esto... sí... sí, claro que sí…se… será un "placer"… seguro… -Pues entonces, a las diez en nuestra casa… ¿te encargas de Hugo? -¡Claro... descuida… ya me encargo de él!... Se volvió a Lencería contenta, como hacía muchos años que no lo había estado. Buscó a Hugo, y le llevó junto a la caja registradora. Le hizo sentarse sobre el taburete, y le giró hacia sí. -La jefa, nos ha invitado a cenar esta noche, Hugo… ¡ni se te ocurra decir, que tienes otro plan!... a las nueve y media, te recojo donde me digas… -No... No tengo otro plan... es más... no creo que nadie, tenga mejor plan que yo… ¿me recoges en Plaza Nueva? -Bien… y ahora… -se giró en redondo, observando si había alguien cerca… se agachó, sacó el pene de Hugo, y le atizó unos solemnes lametones en el capullo, que Hugo se tuvo que agarrar a la caja, para no perder el equilibrio…- ¡a trabajar! Joder... ¡si no había parado en toda la mañana!... -pensó- Y pensando esto… regresó al duro trabajo…