1. EL NIETO DE MI AMIGO 1


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Alex, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... ¿te gusta? Si me gusta siga y seguí esta vez mas violentamente y lo besaba apasionadamente, y el respondía de igual forma, estuve, así como 5 minutos, él estaba ya gozando. La sacaba casi hasta afuera y la volvía a meter, cada vez sentía como la cabeza de mi pene atravesaba su esfínter, plof, se dilataba y atravesaba ese anillo de carne, y la enterraba hasta el fondo y volvía a repetir, plof, ayy, despacio, que me duele, puso su mano en su ano para comprobar cuanto estaba adentro, y repetía esa maniobra una y otra vez, era divino como sentía cuando atravesaba su esfínter una y otra vez.
    Tome mi mano y comencé a masturbarlo para que sienta más placer al mismo tiempo que lo embestía más fuerte. Sacaba mi pene casi hasta afuera del ano y lo volvía a meter hasta el fondo, sentía como un tope, ya no podía entrar más, el solo gemía y decía ayy, ayy, despacio por favor que me duele. Yo no le hice caso, seguí empujando lo más fuerte que podía. Veía como mi pene entraba y salía de ese lindo culito, la sacaba casi toda y la volvía a meter, cada vez con menos resistencia. Así estuve dándole como otros cinco minutos, él solo gemía, tenía lágrimas en los ojos, yo estaba en la Gloria, su recto estaba bien apretado, pero ya no se quejaba.
    Al momento sentí como su recto comenzó a apretar mi pene con espasmos, se estaba viniendo y hecho tres, cuatro cinco chorros de líquido transparente bien ralo, casi como agua caliente, semen típico de pre adolescente, yo al sentir como su recto ...
    ... apretaba mi polla con sus contracciones, comencé a echar chorros y chorros de leche caliente dentro de su culito, lo abrazaba fuertemente, le besaba y el mordía su labio inferior, los dos gemíamos, estábamos sudorosos, lo abracé, lo besé, y poco a poco mi pene fue perdiendo dureza, pero no lo saqué, lo dejé adentro, seguí besándolo y el correspondía.
    ¿Te gusta?  si me gusta, pero duele, seguí besándolo esta vez suavemente, cariñosamente.
     Mi pene se salió solo, quedamos tendidos exhaustos, cambié de posición y lo puse encima de mí y seguí sobando sus nalgas y besándolo. Así estuvimos un rato.
    Ven le dije vamos a bañarnos
    Lo llevé al baño, lo enjaboné, sobé sus nalgas embadurnadas de jabón, se sentía rico sobar esas duras y firmes nalgas y punteaba su orificio, metía solo la punta de mi dedo medio, se sentía rico, caliente, y su pene comenzó a crecer otra vez, me puse de rodillas y me lo introduje en la boca y comencé a mamarlo de nuevo hasta que comenzó a gemir más fuerte y se vino por segunda vez, pero con menos liquido casi como agua, me lo tragué todo, era saladito. Chupé todo, exprimía la punta para sacar hasta la última gota, era delicioso. Una vez que su pene perdió la dureza, me paré frente a él.
    Ahora hazlo tú le dije y empujé sus hombros hacia abajo, se puso de rodillas y se metió mi pene en la boca, ya sabía cómo hacerlo. Se lo metía hasta el fondo de la garganta sentía delicioso cuando la cabeza pasaba por los pilares de la garganta produciéndole arcadas apretándolo ...
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