Cuarentena. El estudiante hambriento
Fecha: 11/05/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Fernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Esto acaba de suceder, durante la epidemia de Covid-19, que causó esta terrible cuarentena. Como todos los demás, me encontré enloqueciendo en mi apartamento, saliendo sólo para comprar comida. Como me gusta cocinar, aproveché la oportunidad para prepararme buenos platos y... ganarme unos kilos... Y no será haciendo sexo que los voy a perder ! No hay manera de ir a ligar en la calle o en los parques, ni tampoco frequentar saunas o cabinas... Mi total desocupación me empujo también a fumar de nuevo !... Para no apestar a tabaco mi apartamento, salgo a mi balcón a degustar mis cigarillos. Es así como, un día, ví a unos de mis jóvenes vecinos. Son tres chicos, estudiantes universitarios, que comparten el mismo apartamento. Él que estaba fumando, apoyado en la barrandilla de su balcón, es un negrazo de unos 20 años a quien he visto varias veces, y que siempre ha dado a luz en mi cabeza unos sueños locos de orgía con él y sus amigos... Pero, dada su aparencia de macho costeño, me sorprendería que quiera desahogarse con un tipo de la edad de su padre... Aunque no tengo ninguna posibilidad de que un día cambiase sus gustos sexuales, empiezo la conversación, con el fin de romper sobre todo ese "distanciamiento social" que ha causado la cuarentena.
- "Hola !... te quedaste aquí para esa maldita cuarentena ? Tus amigos también ?..."
- "No, estoy solo. Fueron a la casa de sus padres. Pensé que no duraría tanto, y yo tenía clases universitarias para ponerme al día. Pues... ya que no ...
... hay restaurante en la universidad, y que no tengo mucho dinero... estoy luchando... Sí lo hubiera sabido, habría vuelto a la costa..."
- "Qué mala suerte !... No sé sí te gustaría... pero puedes venir a mi casa, compartiremos... Y a mí me gusta cocinar..."
- "Eso es muy amable de tu parte... pero no quiero molestarte... Estoy avergonzado de haberte dicho que..."
- "No me molestaras en absoluto... Yo también era estudiante, y sé que en esos tiempos no somos milionarios... Ven a cenar conmigo esta noche, a la buena de Dios... alrededor de las 7... Cómo te parece ?... Y sí no te gusta mi cocina, no volverás..."
- "Gracias, es muy amable de tu parte... De acuerdo, a las siete entonces..."
Ambos entramos, y me apresuré a ir en la cocina para ver lo que podía preparar a ese invitado inesperado.
Cuando a las siete tocó mi timbre, corrí para abrirle, remordiéndome haber puesto tanta agua de Colonia... El estudiante costeño podría arrepentirse de haber cedido a la invitación de un puto... Lo que me agradó fue que él también había cambiado de ropa. Llevaba ahora una camiseta blanca que hacía resaltar su torso y sus brazos, y unos jeans también muy apretados. Entró con una sonrisa franca, que hizo brillar sus hermosos dientes blancos. Me pareció mucho más alto de mí, 1,85 o 1,90 metro, por lo menos. Era un tipo muy guapo y masculino, cuya presencia en mi casa comenzó a intimidarme. Lo hice sentarse en el sofá, y traje dos cervezas. Esta cena improvisada me había causado problemas, ...