Cuarentena. El estudiante hambriento - Relatos Eróticos

Cuarentena. El estudiante hambriento

... por no tener mucho en casa. Para acompañar nuestras cervezas saqué guacamole con patatas fritas de plátano. Como entrante, había preparado una ensalada con todo lo que quedaba en mi nevera : tomates, queso, jamón... Y para satisfacer su apetito de joven estudiante hambriento, recluso desde semanas de cuarentena, le había preparado un gran plato de pasta con una salsa italiana, que sé cómo hacerla para enloquecer a mis más queridos amigos... Mi menú improvisado pareció complacerlo, pues a la fin, de mi enorme plato de pasta no quedaba nada... Me disculpé de no traerle postre, pero el estudiante me dijo (por cortesía ?) que a él no le gustaban los pasteles. Así que preparé dos cafés y saqué una botella de aguardiente. Pasamos en el sofá para probar el alcohol, que, me han dicho, a los Costeños prefieren remplazar con ron. Pero el estudiante negro no parecía odiar mi botella...

Temiendo que me embriagaría con más de dos vasos, lo invité a no imitarme y a servirse a sí mismo, lo que después de un tiempo hizo sin más moderación... Entendí rápido que el alcohol lo calentaba, sobre todo cuando lo oí hablar sin molestia de sexo, incluso presumiendo de actuaciones excepcionales en la cama. Lo que no fue sorprendrente para mí, dado el poder varonil que emanaba de su cuerpo. Me permití entonces algunas preguntas indiscretas : cuando él experimentó por primera vez ? Con quien ? Y desde cuando ya no era virgen ?... El estudiante me habló con una franqueza y una naturalidad que me ...

... sorprendió y me deleitó al mismo tiempo. Me dijo que como todos los niños se había masturbado, solo, desde los 11 años, y después con amigos... viendo películas porno, me contó que era con una chica mayor, una vecina de 14 años, que él había tenido su primera experiencia, ella lo había chupado, pero no quería ser follada, tenía miedo de quedar embarazada, incluso no aceptó ser penetrada por el culo... Se lamentó que desde que está estudiando en la universidad no tiene el tiempo, ni tampoco el dinero para ir en discotecas, o a ligar fuera... Resultado : para aliviarse le queda sólo pajearse... No..., no con sus compañeros inquilinos no hace nada, ya que como él, los dos son heterosexuales... Pero, hay días que preferería tener un maricón con quien compartir su cama... hé... hé...  " Y te has ido con maricas ?"    - "Sí... de adolescente, en la costa... me dejaba mamar por tipos maduros... putos que me hacían regalos... incluso me daban dinero... no s que me gustaba tanto, pero no me disgustaba tampoco... pues ellos mamaban de película !... he... he...".  Ahora, desde que empezó la cuarentena, no ha tenido ningún momento de desahogo... le hubiera gustado tanto chupar un coño... o incluso penetrar un culo de maricona !...  Seguí haciendole preguntas. Y a pesar que se había ingullido tres cuartos de la botella de aguardiente, el negro se dió cuenta de mi excesivo interés en su desempeño sexual. Se tocó el bulto, y me preguntó brutalmente:
- "Di lo... por casualidad, tu no serías ...