1. ¡Mi hermana, mi mujer, ufff!


    Fecha: 10/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... direcciones sus paredes vaginales y produciéndole un placer indescriptible. Medio minuto después Gloria se corrió en un orgasmo brutal. Sus ojos estaban como perdidos y emitía unos jadeos que casi eran gritos, pensé que pararía enseguida pero seguía estremecida y gimiendo como una loca y pensé que nos iba a oír todo mi hermana, que estaba al otro lado del muro. Tapé su boca con mi mano. Sus ojos húmedos me miraban totalmente abiertos; su mano izquierda intentaba apartar la mía, sin ningún resultado, la derecha temblaba sin precisión sobre su clítoris. Luego arqueó la espalda se quedó rígida unos segundos y se desmoronó. La estuve follando un par de minutos más pero ella ya no sentía nada., sólo me miraba intentando recuperar sus fuerzas. Me incorporé y aparte de un empujón sus piernas, cabreado. ¡Zorra asquerosa! Me marché al servicio para intentar quitarme aquella mierda que Gloria me había puesto en la polla. Entré con cuidado porque el servicio era compartido con la habitación de mi hermana, de hecho desde la suya se accedía por una puerta gemela a la que yo estaba abriendo ahora. Cuando comprobé que no había nadie dentro encendí la luz y eché el pestillo de la cerradura que comunicaba con el dormitorio de mi hermana. Aquella cinta estaba tan pegada a mi piel que separarla me costaría una buena dosis de dolor así que decidí humedecerme el pene para reblandecer la unión. Mi pene estaba todavía la erección. Aquella zorra me estaba volviendo loco, cada vez me excitaba más, ...
    ... pensé que tenía que haberme quitado ese pene de goma y habérmela follado sin más pero de alguna manera ella siempre acababa controlando la situación. La verdad es que cada vez estaba más guapa. Pobrecito. ¿Te duele? Gloria estaba en el umbral, se había puesto el sostén pero por lo demás estaba totalmente desnuda. ¿Tú qué crees? Toma, usa esto- Hurgó en un armario del baño y me entregó un frasquito ¿Qué es? Una especie de crema suavizante. Ya verás como sale mejor No será otro de tus juegos. Ay, desconfiado.- Gloria se acercó a mi espalda y me abrazó; sentía como sus manos me acariciaban el pecho y el estómago mientras untaba mi pene y la cinta adhesiva con aquel mejunje. Me estaba poniendo muy impaciente así que decidí tirar de aquello de un golpe. ¡Aaaaaahhh! ¡Mieeerda! ¡Pero qué bruto eres! No me hagas hablar. Mi mujer me acariciaba cariñosamente el pelo y se reía de manera inocente. Contemplé los daños, tenía la piel un poco roja pero nada más. Comencé a acariciarme el pene, se había puesto algo fláccido tras el tirón pero era algo que se estaba corrigiendo muy deprisa. Gloria se apretó más a mí, noté nuevamente sus pechos aplastados contra mi espalda y su aroma, restos de perfume mezclados con olor a hembra. Comenzó a acariciarme la cara interna de los muslos. ¿Por qué ya no quieres que te folle? Sí que quiero, pero de otra forma. ¿Ya no te gusta mi polla?- Se lo dije mientras la frotaba con las dos manos intensamente, se estaba poniendo muy roja. Sentía verdaderos deseos ...
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