CARTUZ y su peculiar fiesta de carnavales - Relatos Eróticos

CARTUZ y su peculiar fiesta de carnavales

Tanto mi marido como yo sabíamos de ciertas “fiestas” muy exclusivas en las que Carlos participaba de vez en cuando y también sé que mi marido había propuesto a Carlos tener un nuevo encuentro entre nosotros tres o más bien entre él y yo. Algo que me enfureció cuando me lo contó mi marido. Nuestro sexo cambio y mejoro después de conocer a Carlos. Tampoco era tan necesario por mi parte tener un nuevo encuentro con él, aunque si me hubiera gustado, sí me apetecía y si tenía sueños húmedos con él. No había tenido ninguna relación fuera de la pareja después de la última vez con Carlos. Alguna vez cuando habíamos escuchado no por Carlos, por su hermano, de esas fiestas tan exclusivas, le comentamos de ir a una de ellas. No hubo un no, pero tampoco se pronunció el sí.

Un día cualquiera y de la forma más inesperada Carlos nos cuenta la nueva fiesta que se aproxima, no nos da muchos datos y me doy cuenta de que mi marido y él ya lo han hablado. Mi marido por lo que veo ha dado su beneplácito. A mí no me vale solo eso y exijo detalles antes de decidirme. Carlos es parco en palabras y se pone en su posición de mandón. Lo que sí me deja claro es que mucha discreción, lo que pase en la fiesta se queda en la fiesta, nadie está obligado a hacer nada que no quiera y hay que hacerse unos análisis clínicos. Digo que lo tengo que pensar, pero la verdad que poco había que pensar, porque ya estaba deseando que fuera el día. Pregunte o más bien interrogue a mi marido, me juró varias veces y ...

... cuando jura no miente, que lo único que sabía de más, es que él había aceptado estar un poco pasivo y no me quiso explicar nada más sobre esa pasividad.

Carlos en muchos aspectos había dado un giro de 180º, para mí y para la mayoría a mejor. Se había quitado su coraza, vivía más relajado y mucho más feliz. Una prueba de ello es que, en sus RRSS, nunca tenía una imagen suya y ahora había diversidad. Hasta físicamente había dejado de estar tensionado. Le encontré y le encontrábamos mucho mejor. Hubo un pequeño cambio que se notaba. Su corte de pelo y que siempre llevaba esa barbita de dos o tres días que le hace además de más interesante mucho más varonil y hay que añadir su pelo en pecho. Solo se ha dejado como siempre, bien depilado su parte más deseada. Ha estado como perdido durante meses, pero ha “regresado” más canallesco (en un buen sentido) y más travieso.

Acepto y solo sabemos la fecha y una hora marcada para llegar. El lugar no lo sabemos, iremos en el coche de Carlos y nos marca un estilo de ropa para llevar. Durante el viaje Carlos no dio ni el más mínimo detalle, algo llamativo del viaje fue que de pronto Carlos aminoro la marcha, para no llegar antes de la hora marcada, me llamó la atención ese detalle, que luego tendría su explicación. Fuimos por un sendero después de salir de la carretera hasta que llegamos a una casa solariega, que por fuera impresionaba de lo grande que era, de los jardines y de todo en general. Ya se encontraban varios coches aparcados. ...