CARTUZ y su peculiar fiesta de carnavales - Relatos Eróticos

CARTUZ y su peculiar fiesta de carnavales

... que no fuera tan frío. Otra cosa que quedó patente es que Carlos conocía a muchos de los presentes y que con un número importante de las mujeres que estaban allí, habían tenido algo con Carlos o por lo menos era la impresión que me daba. Llegó el momento esperado.

Los anfitriones piden que los escuchemos, nos explican el desarrollo de la fiesta, está preparado el juego de las sillas, no es obligatorio participar y por eso es necesario que digamos quienes vamos a jugar y quienes no. Los detalles del juego –los hombres que estarán sentados en las sillas estarán desnudos o con la túnica y nada más- muchas de las mujeres en ese momento “exigen” que tienen que estar desnudos y una pregunta que alcemos las manos las que estemos de acuerdo, la mayoría vota que sí. Por lo tanto, se acuerda que desnudos. La anfitriona continua –las mujeres que participen solo tienen permitido un máximo de tres prendas y el calzado no cuenta como prenda (es cuando me fijo que casi todas las que levantaron la mano seguro que sujetador no llevan porque se les notaba) hay un marido que se encargará de la música y es Tiano que gentilmente se ha ofrecido a ocupar ese puesto-, no me había dicho nada y no sabía cómo reaccionar. Hubo un marido que se ofrecía también para llevar lo de la música y pensaba que mi marido se quitaría, pero se pusieron de acuerdo los dos para hacerlo.

Al hacer eso, las mujeres penalizadas en cada ronda seríamos dos. Las que perdieran tendrían que acudir a los “señores” de la ...

... música y dejar que ellos les quitasen las prendas. Los anfitriones que también participarán del juego nos dieron media hora mientras terminaban de preparar todo, nadie dijo que no quería participar. También nos dijeron que el juego tenía un límite de tiempo, que era para liberar tensiones nada más. Las mujeres desaparecimos e imagino que hicieron lo mismo que hice yo, ir a la habitación, visitar el baño y... todo preparado. Lo que sucedió a continuación trataré de que sea lo más fiel, aunque seguro que Carlos tendrá mayor recuerdo al detalle. El salón y el círculo de sillas ya estaba preparado, estamos todas y todos preparados, mujeres a un lado y los hombres a otro. La anfitriona da dos palmadas diciendo -SEÑORES, DESPOJARSE DE SUS TÚNICAS-, todos se quitan las túnicas y muestran su “poderío”, aunque algunos en ese momento no tenían mucho “poderío” no se una vez que estuvieran en plena facultades.

Había dos que destacaban sobre los demás. Uno que no la tenía muy larga, pero sí la tenía impresionantemente gorda y Carlos que destacaba por su longitud y grosor. Zaira no se cortó en nada y me dijo al oído -vaya, vaya con tu amigo, además de destacar en altura y músculos, destaca sobre los demás en otras cosas- si pensaba eso viéndolo en reposo, cuando lo viera arriba del todo iba a flipar. Había solo dos que estaban erectos y la verdad que eran muy normales. Zaira que reconozco que es muy graciosa, me hacía comentarios de todo tipo y me tenía que aguantar la risa, hasta que ...