La impuntualidad me cobró factura
Fecha: 14/03/2024,
Categorías:
No Consentido
Autor: Sofi28, Fuente: TodoRelatos
Hola a todos, de regreso una vez más relatando mis experiencias, las cuales saben ustedes que se basan, en su mayoría, en encuentros acordados por mi marido y yo. Desde hace buen rato la mayor parte parte de nuestra vida sexual se basa en estas fantasías que hemos saciado con creces, así que como podrán ver, aunque al principio me costaba trabajo aceptarlo incluso en los relatos, soy una escort, amateur pero no dejo de serlo.
Ciertamente cada vez es más difícil escribir lo que vivo ya que al haber probado varias experiencias no repetirlas se hace cada vez más complejo pero aquí esta una que aunque es algo que ya he experimentado, el como se desarrolló si es distinto y sobre todo real, aclarando que con decir real me refiero a qué los hechos no fueron fingidos o acordados predeterminada mente con el cliente, solo se fueron dando como lo escribiré; respecto a los relatos en general ya lo he aclarado, arreglo algunas cosas para hacerlo más interesante y ameno a la lectura pero tienen arriba del 70 porciento de realidad. Los comentarios son bienvenidos.
Hace algunos escritos que no me describo así que aquí voy de nuevo detallando algunos cambios: vivo al norte de México, casada felizmente, tengo 29 años, morena clara, 1.65 de estatura con 59 kilos, soy delgada con espalda ligeramente amplia, mentón pequeño, labios un poco más gruesos que antes por mis tratamientos, naríz delgada, afilada y pequeña, ojos grandes y redondos color café oscuro, cabello castaño quebrado hasta ...
... el pecho, brazos delgados y manos con dedos delgados, cuello largo, 34b de busto bien definido con pezones oscuros y de tamaño medio, buena pierna y larga, no tengo una gran cintura pero si buena cadera con un trasero ya más redondito por la remodelada a la que me sometí y aunque sigue sin ser tan grande siempre al tocar se siente buen volumen.
Este texto originalmente no se iba a escribir ya que como lo he mencionado en otras ocasiones, la mayoría no son experiencias dignas de contarse, simplemente se trata de clientes que ya he visto con anterioridad y no sucede nada fuera de lo común con ellos, así que se convierten en experiencias buenas pero no me nace o no me prende escribirlas. En esta ocasión un error mio me puso en una situación que terminó de tal forma que es digna de ser contada.
Era un día entre semana a mediados de enero de este año y el cliente en cuestión era casado, de buena posición y relativamente bien parecido; a cambio de una suma mayor de dinero pedía vernos en una ciudad colindante con la mía y llegar por mi cuenta así que era de los clientes contados que Mario, mi marido, no me acompañaba a la cita.
El gustaba de mi cara ya que cuando la maquillaba de cierta forma me veía muy chica, de por si aparento menos edad. Me arreglé con un maquillaje claro y de labial rojo intenso, mis ojos se veían muy grandes con el delineado, me planché el cabello y me hice una delgada y larga trenza al lado de mi cara, lo combiné con un vestido corto hasta poco más ...