La impuntualidad me cobró factura - Relatos Eróticos

La impuntualidad me cobró factura

... cara en el espejo reflejaba perfectamente lo que había pasado, lentamente me metí a bañar y noté que mis nalgas tenían moretones y la piel tenía erupciones, mi seno derecho igual, me limpie la sangre y la nariz no se veía mal, solo el labio un poco inflamado, me reanime un poco, afortunadamente mi cara solo estaba muy roja, no había moretones pero me dolía todo, no aguantaba la cintura ni la cadera al caminar, me dolía sentarme hacer gestos y demás. Busqué mi tanga pero no estaba, el tipo se la llevó al igual que mi celular, el plug y algo de dinero, el estúpido me robó y entendí porque Mario no me había contactado, debía estar asustado el pobre, solo me dejó mi identificación y algo de dinero que seguramente no vio. De alguna manera no sentía tanto coraje, quizá por mi estado físico y mental del momento. Cómo pude medio me arreglé y me maquillé un poco la cara para que se notara menos la golpiza.

Decidí gastar el tiempo de la habitacion por la hora, no quería salir a la calle a esas horas de la madrugada pero finalmente se agotó el tiempo y dejé lentamente el motel, eran pasadas las cuatro de la mañana y no me quedó más que caminar, lo hacía cruzada de brazos con la mirada al piso, pasaba ...

... absolutamente nadie, mejor pasó un carro con unos tipejos que me gritaron de cosas, ya me daba igual hasta ese punto la verdad. Luego de un rato paso un taxi que tomé, sin pensar en el dinero me subí, ya agarraría feria de la casa para pagar el viaje. Durante el trayecto pensé en lo que había sucedido, las sensaciones me sentía realmente triste sin embargo algo dentro de mi no estaba tan conmovida, era como si se cumpliera un punto de una cheklist sexual, por otro lado estaba molesta porque fui muy ingenua y yo misma me puse en esa situación, no olvido que en algún momento lo disfruté, de alguna forma siempre disfruto de estos tratos, por eso los había buscado antes pero solo como fantasía, esto fue más allá de lo extremo; me subí al carro de un desconocido que bien pudo hacer de mi algo peor y finalmente concluí que esto en algún momento iba a suceder, lo había buscado hace meses y lo experimenté pero esto fue diferente, me había expuesto muchas veces y andando en esto tarde que temprano me iba a suceder. Llegué a casa, se imaginarán toda la serie de explicaciones que tuve que dar en casa, de más decir que estoy con ayuda profesional y evidentemente tengo suspendidos los encuentros, tal vez este haya sido el último.