La impuntualidad me cobró factura - Relatos Eróticos

La impuntualidad me cobró factura

... clavó su pene sin consideración luego de acomodarse a placer con mi cuerpo ya sin fuerza, no pude hacer nada, estaba a su merced.

-¡Ahh, ahh, ahh!, gritaba y jadeaba en mi oído mientras iniciaba la penetración, sentía el duro roce en mi sexo con su miembro, era pausado pero duro y firme, dominante, sus manos estrangulaban mis tetas sin piedad y mis piernas eran echadas a los lados por el pesado cuerpo del tipejo.

Se incorporo y cargó mis piernas por las rodillas, pellizcaba mis pezones y manoteaba mis tetas que veía en el espejo del techo como rebotaban en cada embestida, se burlaba de mi cuerpo con una risa chillona además de escupir mi cara y frotarme mi punto con sus asquerosos dedos. Yo lloraba y solo me quedaba voltear a ver otro lado lo peor es que mi cuerpo empezaba a responder y poco a poco me humedecía más y mis pezones se ponían duros, de rozar con dolor y no hacer ruido en el mete saca a hacer el típico sonido cuando una está mojada, yo ahora lloraba de coraje por la respuesta, no sabía que esto podía pasar, sin embargo la sensación es distinta al sentimiento y cada una jugaba su rol, no sabía que hacer, por vez primera sentía dolor y repudio pero por otro lado el cosquilleo del placer. Poco a poco recobraba el aliento de la golpiza que había recibido y me atreví a escupir el plug y mi tanga. El tipo ni se dio cuenta que lo hice en el éxtasis que estaba, veía hacia arriba jadeando, el solo se dedicaba a divertirse conmigo. No pude más y con la forma de ...

... cogerme hizo que tuviera un orgasmo, por más que lo contuve liberé un ligero gemido y mis piernas temblaron un poco.

-Ya por favor, ya déjame, ya no quiero. Supliqué sumisamente.

-Jaja, eres una puta, a nadie le importas, estás riquísima y bien que te está gustando coger de a gratis, mírate, aparte es tu jale así que te chingas.

El escuchar "a nadie le importas" me rompió lo que me quedaba de orgullo y me tomaba mis ojos llorosos con mi mano y veía en el espejo como se había corrido mi maquillaje, no alcance a ver qué tan dañada estaba mi cara pero era evidente algo de sangre seca que había salido de mi nariz.

-Te vas a voltear para cogerte por el ojete eh pendeja así que calladita si no, ya sabes. Su orden me había sacado de mi pensamiento. El tipo se quitó y obedecí más por miedo que por otra cosa, batallé mucho por lo adolorida que estaba. Finalmente me pude acostar pero sin perder el tiempo el tipo me jaló del cabello obligándome a poner en cuatro, yo solo pude gritar un lloroso y entrecortado "ya, no porfavor" pero a cambio recibí al menos cinco duras nalgadas que solo aumentaban el dolor y explotaban mi culo.

Volvió a jugar con el plug el cual metía y sacaba una vez más de mi adolorido ano, lo saco y me lo metió en la boca mientras comenzaba a follarme por el culo, los brazos me temblaban, apenas podía con mi peso y mi espalda ya arqueada dejaba bien parado mi culo que ya era castigado por los azotes del tipo que hundía su poderoso miembro entre mis ardidas y ...