Un mal día (2 de 6)
Fecha: 22/03/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: SexNonVerba, Fuente: CuentoRelatos
... caja de pizza abierta con dos porciones resecas, un cuaderno de espirales, un cepillo de pelo lleno de cabellos rubios, una caja abierta de pañuelos de papel, un casco se Darth Vader en miniatura que parecía ser una lámpara led, un lapicero lleno de biromes y marcadores, una botella gigante de coca cola destapada y a medio consumir, y miles de cosas más de menor tamaño.
Los monitores estaban oscuros pero solo bastó mover levente el mouse para que resplandecieran dos imágenes de comic estilo japonés. El reloj de la barra de tareas marcaba las 7:56. En un día normal nunca habría demorado menos de media hora desde casa hasta el estacionamiento de la Compañía. No podía tardarme más de 15 minutos en subirme al auto para estar tranquila. ¡Necesitaba meterme en esa maldita ducha de una buena vez! Volví en dirección al baño. La puerta seguía cerrada y no se escuchaba ruido de agua corriendo. Le di dos pequeños golpes con el nudillo tratando de disimular mi creciente ansiedad.
—Ulises, estoy realmente muy apurada, ¿podrías… —Pero la puerta se abrió y el crio me abrió paso.
—Listo. Ya podés pasar.
—¡Gracias! Te prometo que termino en seguida. Estoy super apurada.
Cerré la puerta sin darle tiempo a responder. Del otro lado escuché que decía algo así como que si necesitaba algo, él iba a estar en el cuarto.
—¡Gracias! —grité, mientras rebuscaba en el bolso los potes de champú y enjuague, y la toalla.
En menos de diez segundos me había quitado las únicas dos prendas ...
... que traía. Solo hice una pausa para hacer el primer pis de la mañana que, con todo el apurón, lo venía postergando demasiado. El chorro me pareció interminable, pero liberar la vejiga me regaló unos hermosos segundos de alivio. Dejé caer las últimas gotas y salté del inodoro para entrar directo al box de ducha. El agua salía tibia, abundante y con mucha potencia. Tomé el jabón que había en la jabonera y comencé a frotarlo con fuerza entre mis nalgas. Con el culo lleno de espuma pensé en lo mucho que debía agradecerle a Ulises el tremendo favor que me estaba haciendo. Quizá le compraría algún regalo de agradecimiento cuando tuviera tiempo de pensar en ello. Fregué mi sexo con la mano enjabonada para quitar la amalgama de semen, flujo y orina mientras el agua caliente impactaba directo sobre mi cabeza y mi espalda buscando quitar los restos de esperma reseco.
No tenía forma de calcularlo con certeza pero creo que tres minutos después ya estaba cerrando el grifo. Me sequé el cuerpo en velocidad récord dentro del box y envolví mi cabello con el toallón, estilo turbante. Todo estaba saliendo según lo planeado.
Salí de la ducha y volví inmediatamente sobre el bolso que había arrojado sobre el lavabo. Metí las dos manos y revolví una vez… dos veces… tres… Nada. No estaba la ropa interior.
—¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! —Repetí entre dientes mientras una imagen del conjunto blanco sobre la cama me invadía la mente—. Me olvidé de meterla en el bolso.
Empecé a hiperventilar. ...