1. Un mal día (2 de 6)


    Fecha: 22/03/2024, Categorías: Confesiones Autor: SexNonVerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... tiempo para eso. Tenía que ocuparme de mi cabello. Esta vez no hizo falta revisar el bolso. Estaba segura que no había agarrado el cepillo.
    
    —¡No podés ser tan boluda, Verónica! —Me grité a mí misma. Pero a mi memoria volvió el escritorio desordenado de mi anfitrión. Allí había uno, junto al casco del puto Darth Vader.
    
    Salí del baño a toda máquina, así en pelotas como estaba, sabiendo que tenía unos segundos de soledad. Allí estaba el cepillo. Lo arrebaté con torpeza para volver al espejo del baño cuando por accidente empujé la butaca, esta giró sobre su eje e impactó sobre el borde del escritorio. Los monitores se encendieron de golpe y por un momento el mundo se detuvo a mi alrededor. El cepillo simplemente se desplomó de mi mano porque mis dedos ya no ofrecían resistencia. No podía ser cierto lo que estaba viendo. La pantalla de la derecha mostraba una imagen perfecta, en alta definición y en tiempo real del box en el que me había duchado hacía algunos minutos. La de la izquierda también mostraba una imagen del mismo baño, pero desde un ángulo extraño, como si estuviesen filmando desde el suelo. Se veía gran parte del techo y de la pared.
    
    Había una parte del mi cerebro que solo quería seguir adelante. Quería recuperar el cepillo del suelo y volver al baño para llegar a la maldita entrevista. Pero la otra parte de mi cerebro se apoderó de mí. Me abalancé sobre el escritorio y puse mi mano sobre el mouse. El cursor estaba sobre el monitor de la derecha. Fui hasta ...
    ... el borde inferior. A la izquierda había un punto rojo junto a la palabra “Live”. Pegado, un timer que marcaba 5 minutos, 32 segundos, 33, 34, 35…
    
    Deslicé el cursor hacia la barra de reproducción y di click en el inicio. El reloj se volvió a cero pero nada nuevo apareció en la imagen. Adelanté 30 segundos y nada, pero cuando estaba a punto de volver a deslizar la barra, me veo a mí misma entrando al box de ducha.
    
    —No puede ser… ¡Este pervertido hijo de puta me estuvo espiando todo el tiempo!
    
    Era obvio desde el comienzo, pero hasta que no vi mi propia imagen completamente desnuda en la pantalla no quise creerlo. No podía creerlo. Me llevé las manos a la boca. No podía dejar de mirarme a través del monitor fregándome el culo y la vulva frenéticamente, mientras mis pechos subían y bajaban acompasados. Luego giré y la cámara me captó desde atrás mientras me lavaba la cabeza. Veía como la espuma caía por mi espada, mi cola y mis piernas y… y no lo podía creer. No daba crédito a semejante nivel de exposición… de violación a mi intimidad. Pero lo peor siempre se hacía esperar. ¿Era posible que siempre hubiera algo peor esperando aquella mañana?
    
    Repetí la operación con el monitor de la izquierda, el que enfocaba el baño desde abajo, como si la cámara se hubiese tumbado. Llevé el contador a cero y la luz roja de “live” se apagó. Esta vez no hubo que esperar nada. A los 5 segundos entré en cuadro. Todavía llevada puesto el jogging y la remera negra. La cámara me tomaba en un ...
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