Dos pares de gemelas (18)
Fecha: 23/03/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos
... gustó el despertar pero yo seguía cavilando, Teresa se dio la vuelta y se subió sobre mí cabalgándome con furia, yo me mantenía quieto dejándome follar.
Teresa dejó de cabálgame pero se tumbó sobre mí, apoyando las tetas sobre mi pecho como almohadas. Le empecé a contar desde que me desperté, le hablaba sin mirarla, como si recapacitara estando sólo, ella me escuchaba atentamente hasta que desde la habitación de al lado escuchamos un gemido largo y agónico, una de las dos hermana se estaba corriendo como una perra.
Yo sin querer le di un empujón a Teresa, que cayó a mi lado. Entonces ella me cogió la cara y me obligó a mirarle.
Miré hacia la habitación de al lado donde ahora gemía la otra hija, Teresa me comprendió y me abrazó llenándome de besos los labios.
La polla se me había bajado y no volvió a levantarse, ella me abrazó e incluso intentó comerla pero fue inútil, se me había pasado el ardor. Me vestí y cuando salí por la puerta de las gemelas todavía estaban retozando.
Ese día Fina me vio tan mal que me invitó a comer a su casa, no sabía qué hacerme para que le contara lo que me pasara, hasta que le conté lo que hablé con Teresa, Fina interrumpió la mamada que intentaba contentarme y me miró seria.
No me convenció, pero con la ilusión que lo dijo preferí no llevarle la contraria y le dejé que siguiera chupándome la polla hasta que me corrí en su cara. Fina me vio tan abatido que no protestó ni reclamó que yo le hiciera lo mismo, y seguimos sobre la ...
... cama mirando al techo hasta la hora de volver al trabajo.
Al día siguiente Fina me invitó otra vez a comer en su casa, lo hizo con una cara pícara pero no quiso decirme de que se trataba, yo fui sin muchas ganas, pensando que lo mío estaba perdido, o tragaba esta situación o mejor me retiraba por el foro.
Fina sonrió y me contó el plan, desde el principio me pareció una locura pero, ya que se tomó la molestia…
A la mañana siguiente volví a casa de Teresa, sólo un poco más animado, y pasé por el pasillo de las chicas, me encontré con Rosa, que salía de la ducha y me dijo que su madre acababa de meterse cuando ella salía, por lo que iba a tardar. Me hice el ánimo y cogí de un brazo a Rosa y la metí en su habitación, allí estaba Azucena sentada en la cama poniéndose un sujetador mínimo, seguramente acababan de“jugar” las dos.
El paquete estaba envuelto de manera primorosa y las dos estuvieron abriéndolo como si fueran dos niñas en Reyes, cuando apareció el consolador abrieron los ojos incrédulas, no las dejé hablar.
Les enseñé el manejo, según me había explicado Fina, tenía de todo, una buena polla, que funcionaba con varias vibraciones, que se retorcía, mientras unas protuberancias frotaban el interior de la vagina y el punto G, además un“dedo” que agitaba el clítoris con otros ritmos independientes y una punta que succionaba el clítoris a gusto de la consumidora, no les hice esperar más y me fui a la tienda.
Al día siguiente, antes de salir hacia casa de Teresa, ...