Marivi, escucha a nacho antes de darle una paliza - Relatos Eróticos

Marivi, escucha a nacho antes de darle una paliza

... bofetones.

Ni se te ocurra. Ahora empieza tú,

Yo no sabía por dónde empezar, le lamí las tetas, le chupe los pezones y me baje a su coño, me puse bien y empecé a comerle el coño, lamia arriba y abajo, ella me decía.

Mas despacio, no corras tanto.

Seguí más lentamente, le puse las manos por debajo de sus nalgas y las levante para tener su coño, mejor puesto, y seguí, ella de vez en cuando dirigía mi cabeza más abajo o más arriba, empezó a contornearse y a dar pequeños gemidos, yo seguí con más ímpetu, más fuerte a pasarle la lengua por todas partes y finalmente me apretó mi cabeza con su coño y me dijo.

Sigue, sigue y no pares.

Seguí y seguí y seguí y ella pego un grito de satisfacción y me lo dio todo en mi boca, yo intente seguir y me paro,

Para y estate quieto.

Dio un par de golpes en la cama, indicándome me pusiera a su lado, me beso en la boca y me dijo, ha estado bien.

Se subió encima mío y se la puso dentro de su coño y empezó a cabalgarme, mi cara lo decía todo y ella con cara de estar enfadada.

Ni se te ocurra, hacer lo que estás pensando, piensa en otra cosa y disfruta, ¿te gusta te cabalgué?, pues disfrutadlo y cuanto más tiempo mejor,

Me mordí el labio y me hice sangre, pero es que solo verla, ni era necesario el contacto físico, ya me llevaba al cielo, aguante lo que pude, la cogí el culo y le aprete las nalgas como si las exprimiera y no pude más y me corrí, ella siguió y siguió, pero yo ya no respondía, salió y se puso a mi ...

... lado sin decir nada, el dejarla en blanco, le costó a mi culo una buena zurra similar a la de la noche anterior.

Para no alargar, el primer fin de semana, se resumió en el acuerdo, al que habíamos llegado. a sus condiciones y demás, ella me repetía, Nacho quiero que esto salga bien, tengo fe en ti y apuesto por ti, pero asegúrate, no quiero que me digas sí, quiero que estes convencido que sí, siempre que sea un si sincero.

Se iba a Polonia e iba a estar fuera hasta el viernes a media tarde, que contara en pasar el próximo fin de semana en su casa y que me llamaría en cuanto llegara.

Entre semana me llamo una noche y estuvimos hablando, ella estaba muy cariñosa, me pregunto si me dolía el culo y le dije que no,

Ok me respondió, ya sé que la próxima vez he de aumentar el número y la fuerza de los azotes, gracias por la información.

El segundo fin de semana, viernes noche salimos a cenar, estaba preciosa y además muy contenta, alegre y sonriente, estaba feliz, según me dijo, las cosas en Polonia, le habían ido mejor de lo esperado y lo teníamos que celebrar, cuando llegáramos a su casa.

Hicimos el amor con mis deficiencias y fui yo, el que, en un par de ocasiones, cogí la zapatilla, me puse en su regazo y le pedí me castigara, le gusto el gesto y me dio unos cincuenta azotes cada vez. Me estuvo enseñando a controlarme, me ponía a mil y cuando veía que estaba a punto de reventar, cambiaba y se iba a otra zona, no erógena para mí y así toda la noche, ella se corrió ...