1. Una Buena Ocasión 8


    Fecha: 30/03/2024, Categorías: Hetero Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos

    ... perdona por los gritos ¡jajaja!. - reían ahora las dos, igual de avergonzadas.
    
    Se sentó en el bidet aun riendo, pero paro en seco al notar el agua aliviarle sus agujeros, resoplando al darse cuenta de lo irritados que los tenía. Cogió agua, la llevo a sus pechos y casi tiene un orgasmo del alivio que sintió también, exclamando:
    
    - ¡Buuff! puto viejo cabrón ¡Ooooojj!. - y se levantó para secarse y venir.
    
    Yo me había vestido, ya era algo tarde, y sabia como tenía la pobre sus agujeros. Me sonrió al entrar y me preguntó abrazándome:
    
    - ¿Te vas? Otra chupada si te haría, viejo cabrón. - y me la apretó con fuerza, haciéndome reír hasta que me beso con pasión.
    
    Su madre se apartó de mi vista oyendo que me iba, sus ojos la delatarían y prefirió hacerse la tonta en el cuarto de la lavadora. Y Sumía me dio una buena ración de lengua, empezando a rondarle que entrara esa noche a hurtadillas en su casa. Pero se lo quito de la cabeza, y me dejo ir con esa cara de diabólica, esta vez muy bien folláda.
    
    Esta vez eran ellas las que me esperaban, pero ya les había avisado por separado a las tres, con la excusa de un trabajo de clase. Debía ir a la ducha antes de caer en las manos de Berta. Olía a sexo, y mucho. Me saludaron las tres, sentadas en el sofá, y les revolví el pelo a dos, yendo rápido al baño con la excusa de que me orinaba.
    
    -Tanta cerveza es lo que tiene. - me dijo mami.
    
    Berta no dijo nada, ni se dio cuenta del olor. Pero Lucia lo aprecio enseguida, y contenía ...
    ... una pequeña risa maliciosa.
    
    No tarde en bajar, y ya estaba la mami preparando sola la cena en la cocina. Me pegué bastante a ella con la excusa de coger una cerveza de la nevera, y le dije al oído:
    
    -Esta noche te la quiero meter por aquí. - le dije amasándole un cachete, y haciéndole dar un saltito y una risita por la sorpresa, y lo que le había dicho.
    
    Siguió con los sándwiches, pero mirándome de reojo, viendo cómo me frotaba la polla y le miraba el culo disimulando con mi móvil. Enseguida se puso nerviosa y se le caían las cosas.
    
    Imaginó cuando estuviera a cuatro patas, y la empalara con ese bulto que le mostraba con cara de vicio. Tenía algo de miedo, pero el dedo la última vez le encantó, y ya que disfrutaba de buen sexo, lo disfrutaría al completo. Se me acerco para dejar cosas en la nevera, y me dijo en voz baja:
    
    -Te despierto de madrugada, es lo más seguro. - y cogió la bandeja notando mi mano arañarle la espalda hasta el culo mientras se iba al salón, pero esta vez no se sorprendió, al contrario, aminoro el paso para gozar de mis uñas.
    
    Las otras dos gacelas no habían notado nada, ni Lucia que ya sabía lo nuestro y nos vigiló. Berta no pensaba quedarse dormida esta vez, y Lucia me mandó un mensaje preguntándome cuando seguiríamos nuestro juego. Yo resoplé apenado de no dar más abasto, pero enseguida recordé que, si faltaba a clase otro día, no pasaba nada. Y mi polla salto al recordar que la directora venia la tarde del día siguiente.
    
    Y ciertamente ...
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