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Una preciosidad de hijita 6
Fecha: 01/04/2024, Categorías: Incesto Autor: Pata negra, Fuente: SexoSinTabues30
... en medio de un gran alboroto mientras la linda muchacha los miraba horrorizada. Pero cuando comenzó a ver el tamaño de los penes que sobresalían en cada uno de los pubis de los pequeños hombrecillos se desmayó del susto. ¿Sería que quizás nunca había visto una verga, y mucho menos del tamaño tan descomunal como las que los liliputienses le mostraban? Yo también, al ver las tremendas dimensiones de aquellos penes gruesos y enormes que les colgaban como badajos de campana, me asusté y le pregunté a mi tía Rebe: -Tía…por qué los enanitos tienen esa cosa tan larga y tan grandota?… -Oh linda…tienes que recordar que es sólo una película…una fantasía… -Pero…es que ellos la tienen demasiado grande…y mi papito no la tiene así de grandota… -No me digas… ¿y de qué tamaño la tiene mi cuñado? …anda, Elsi…dímelo. -Pues mucho más chiquita…es muchísimo más pequeñita que esas… -Más o menos como de qué tamaño será? -No sé…tal vez del tamaño de tu dedo más largo…o un poquito más… -Mmmm….pensé que… -Es verdad tía…te digo que yo se la he visto bien cuando jugamos al caballito o cuando me toca y se la jala….recuerdas que te lo conté? -¿Si, linda…lo recuerdo bien…pero estás segura de eso? -Si, claro…por eso me llamó la atención el tamaño de esas cosas que estamos viendo ahora… -Sí, bueno…pero sigamos viendo la película, ¿está bien? -Si. Posamos nuevamente nuestra vista en la pantalla del televisor. Ahora uno de los enanitos estaba montado sobre la joven ...
... Blanca Nieves, quien se hallaba ya con las piernas abiertas. Los mechones de rubios vellitos púbicos se alzaban sobre su vulvita bien desarrollada. El hombrecillo que estaba sobre ella blandía ya su enorme mástil de barco entre sus manos. Enseguida se le encimó y le arrimó el pedazo de carne al centro de la hendidura de su entrepierna. La chica lanzó un grito de dolor al sentirse penetrada con tremenda fuerza por aquel palo delirante que pronto se perdió en la breve oquedad. Estando atravesada de esa forma ella no pudo sustraerse más al deseo y a la brama y pronto comenzó a moverse con deleite, impulsando cadenciosamente sus caderas hacia un lado y hacia el otro, como disfrutando de la tremenda penetración de que era objeto. Sus ojos se mantenían cerrados y por eso no se dio cuenta cuando otro de los hombrecillos se acercó a su cara y llevó su larga verga hasta su boca. Al sentir la cabeza de aquel pene tocando la puerta de sus ricos labios la chica optó por cooperar, abriendo la boca lo más que pudo, en tanto el peludo pedazo de nervios venosos entraba en su cavidad. El enano aquel comenzó a empujarle su cosota hacia adentro mientras ella relamía con la lengua la cabeza del regio instrumento. Los otros cinco pequeñitos esperaban su turno con ansias, riendo y gozándose del inesperado espectáculo que tenían enfrente, mientras se agarraban sus largos penes con placer. El hombrecillo que la estaba penetrando seguía encima de ella moviéndose con velocidad dentro de la pequeña ...