GINA: LA HISTORIA Tercera parte
Fecha: 11/04/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: andrea, Fuente: TodoRelatos
... mientras se la mamaba a uno les hacía una puñeta a otros dos. Me cambiaba de verga para mamárselas a todos y poco después ya tenía a todos, menos a Ricardo, dispuestos a cogerme. Me acariciaban a la vez que me iban quitando las pantaletas y me acomodaban para meterme la verga en el culo. Yo los dejaba hacer sin perder de vista a Ricardo para ver como reaccionaba. Noté que tenía una erección muy pronunciada bajo su pantalón y dirigí una de mis manos a esa protuberancia. Al principio quiso rehuir mi caricia, pero acabó aceptándola. ¡Que susto me dio sentir su verga!. A través de la tela del pantalón se sentía un pene muy grueso y largo. Más grande que cualquier otro que hubiera sentido. Ya estaba a gatas sobre el sofá donde estaba con Ricardo, y tenía una verga clavada entre mis nalgas. Como pude, desabroché el pantalón de Ricardo y brotó ante mis ojos el más portentoso pene que jamás hubiera visto. De color muy blanco (Ricardo es rubio, blanquísimo sin llegar a albino, de ojos hermosos verdes y con una personalidad muy viril. No sé por qué nunca me había fijado en él.) , con la cabeza un poco más oscura, grueso, tremendamente grueso, y de una longitud que se me hacía imposible de creer; sentí que palidecía al imaginármelo tratando de penetrarme. No pude aguantar las ganas de llevármelo a la boca, sabía que no me iba a caber pero tenía que hacer el intento. Abrí todo lo que pude los labios y tomándolo con las dos manos, metí todo lo que pude de esa inmensa verga en mi boca. No ...
... pude meter mas que la mitad del glande. Mis manos acariciaban toda la longitud del tallo y sentí sus huevos. ¡Otra sorpresa mas!. Parecían aguacates de los grandes, y la bolsa que los protegía apenas cabían en mis manos. Era una locura sentir entre mis manos semejante paquete. De lo ensimismada que estaba acariciando y gozando esa verga, no me daba cuenta de que mis compañeros me estaban cogiendo como perros en celo. Uno tras otro descargaba su semen en mi culo. Aquello ya era una verdadera orgía, de la cual yo ni por enterada me daba. Ricardo, con los ojos cerrados, solo me acariciaba la cabeza pero sin tratar de que me tragara mas de su increíble pene.
Tuve mas de cuatro orgasmos no por la cogida que me estaban dando, si no por el placer que me daba estar mamando y acariciando la rica e increíble verga de Ricardo. Como decía, apenas pude tragar poco mas de la mitad del glande, pero debido a mi excitación, ya tenía toda la cabeza dentro de mi boca. Sentía que me ahogaba, pero era tanta mi calentura, que no me importaba si me asfixiaba tragándome esa verga. Ricardo no pudo controlarse y me llenó de semen la boca, en tal cantidad que más de la mitad se salió y dejó un charco en el sofá. Me saqué la monstruosa verga de la boca, y como gatita, me puse a lamer los mecos que estaban en el sofá. Cuando me saqué la verga de la boca, los demás se quedaron atónitos al ver su majestuoso tamaño, que a pesar de la tremenda venida no había disminuido. Mira nada mas lo que te tragaste ...