Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (FINAL)
Fecha: 20/04/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos
... hacía a un lado sus bragas, llevando mis dedos a su vulva, sintiendo de inmediato el calor que despedía y la forma como sus fluidos comenzaron a gotear lentamente hasta caer sobre la alfombra de la sala.
Mis ojos se encontraron con los de mi chica, sin que ninguno de los dos fuéramos capaces de apartar la mirada mientras colocaba mi miembro entre los labios de mi hija y empujaba lentamente, sintiendo su calor rodeando mi pene, penetrándola mientras su concha acariciaba el largo de mi miembro, escuchando cómo los gemidos de Adahí comenzaban a ahogarse en la vagina de Lidia, sintiendo cómo su vagina me engullía despacio, abriéndome paso en su interior, experimentando su estrecha cavidad mientras el cosquilleo que rodeaba a mi verga se iba poco apoco expandiendo a todo mi cuerpo, convertido en un inmenso placer aderezado con el morbo de coger con mi hija mientras miraba a mi mujer.
Era hipnótico mirar a Lidia mientras mis caderas perdían el control de sí mismas, escuchando cómo Adahí gritaba de manera ahogada al mismo tiempo que mi chica gemía por el placer que mi hija le provocaba. Las embestidas de mis caderas eran tan pronunciadas y violentas que las sacudidas que le daba al cuerpo de Adahí, pronto se vieron reflejadas en la forma como temblaba el cuerpo de Lidia, a la vez que mis manos se desplazaban por debajo de la blusa de mi nena hasta a encontrar sus tetas y apretarlas con fuerza, sintiendo su calor y el insipiente sudor que estaba impregnado en ...
... ellas.
Aquella situación fue demasiado morbosa como para soportarla, demasiado hermosa y excitante como para contenerme por mucho tiempo antes de que tomara del cabello a mi hija y levantara su cabeza con violencia, haciendo que gritara, que gimiera sin control.
- ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Papi! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Dame tu lechita, por favor! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Dámela en mi coñito! ¡Ahhh! ¡Ahhh!
Lidia me miró a los ojos mientras me corría en el vientre de mi hija, sonriendo con tal lascivia y complicidad en su mirada que aquel orgasmo se sintió como el mejor de toda mi vida, mientras contemplaba la forma como mi mujer tomaba de nuevo la cabeza de mi hija y la hundía entre sus piernas, revolcándose en el sofá de la sala, gimiendo, sacudiéndose hasta alcanzar un orgasmo que fue tan intenso que hundió la cabeza de mi hija entre sus muslos, tomándola con ambas manos y abrazando su cabeza con sus piernas, hasta que el efecto del orgasmo se acabó y la tranquilidad llegó a nuestras vidas una vez más, tan solo por unos segundos, pues las cosas no habían terminado aún, al menos no para esas dos mujeres que se encontraban frente a mí.
Sin hacer preguntas ni pedir permiso, sin esperar ninguna reacción por parte de mi hija y sin siquiera mirarme antes de hacerlo, Lidia hizo que Adahí se sentara en el sillón, con el culo justo al borde del sofá, le quitó los pantalones y las bragas tan rápido como pudo para luego agacharse y ser ahora ella quien hundiera la cabeza entre las piernas de Adahí, lamiendo su ...