Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (FINAL) - Relatos Eróticos

Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (FINAL)

... profundo y complejo que la atracción sexual que experimentaba por Adahí.

- ¡Mamá nos dejó! ¡Al fin! - gritó Adahí al otro lado de la línea, haciendo que Lidia levantara la mirada sin poder ocultar la sorpresa que aquellas palabras le habían provocado - acabo de llegar de la escuela, papi, y me encontré con una nota de despedida que dejó en la mesa de la cocina, luego subí a tu cuarto y ya no están sus cosas, aunque creo que también se llevó las joyas que le regalaste y algo de dinero, pero bueno, eso es lo de menos, ¡Lo que importa es que se marchó! ¡Por fin se marchó doña amarguras! - el entusiasmo con que mi hija me hablaba, era un sentimiento muy parecido al que estaba experimentando mientras la escuchaba, pues si bien ya me había temido que pasaría algo así, el saber que en realidad mi esposa se había marchado resultaba tremendamente satisfactorio.

- ¿Has tratado de comunicarte con ella? - pregunté, sintiéndome un poco abrumado, sin poder pensar claramente ante la mirada suspicaz de Lidia y los sentimientos que afloraban ante la posibilidad de que justamente el día que Teresa se había decidido a dejarme, también lo hiciera mi novia, la chica con quien estaba convencido de que podría formar una familia y vivir feliz a su lado por el resto de nuestras vidas.

- Sí, lo intenté un par de veces antes de llamarte, pero ni siquiera entra la llamada, ¡¿No te parece genial?! ¡Al fin vamos a poder ser felices papi! ¡Estoy muy emocionada! ¡Tenemos que celebrarlo! ¿No crees? ...

... Quiero hacer algo especial hoy, haré algo rico de comer y… - hizo una pausa, como si estuviera preparándose para decir algo particularmente difícil de expresar - ¿Por qué no vienes con tu chica a la casa y festejamos todos que nos libramos de mamá? Así sirve que nos conocemos mejor y… bueno, siendo que es tu mujer, seguramente la veremos por acá más seguido ahora que Teresa se fue ¿No? - expresó mi hija con un tono mucho menos efusivo que antes, pero demostrando tal clase de seguridad y convicción en sus palabras, que era difícil que cupiera la duda acerca de la veracidad que guardaban - creo que convendría empezar a conocernos y esas cosas ¿Qué opinas papi? - dijo mientras una sonrisa se dibujaba en mis labios al ver cómo Lidia se sonrojaba.

- Creo que sería una muy buena idea, cariño - contesté mientras miraba a los ojos a mi chica - solo tengo que preguntarle a Lidia si quiere acompañarnos, ¿Vale?

- Oh… sí, está bien - dijo Adahí cambiando drásticamente su entonación, bajando tanto el volumen de su voz que me acerqué de inmediato al sofá y me senté a un lado de Lidia para que también ella pudiera escuchar lo que estaba por decirme mi hija - oye, sé que la última vez que nos encontramos me porté muy mal con ella y la insulté, espero que no sea esa la razón por la que no quiera venir, sabes que… bueno, ya sabes lo que hablamos, ya no intentaré hacer nada más, ¿Vale? Y si tengo que pedirle una o mil disculpas lo haré, sé que la amas y que quieres estar con ella, lo que ...