Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (FINAL) - Relatos Eróticos

Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (FINAL)

... sintiéndome nervioso y tal vez un poco atemorizado ante la posibilidad de que mi hija pudiera poner en práctica alguna treta en contra de Lidia, aun a pesar de que ya hubiéramos hablado de ello y de que me hija me había prometido mejorar su comportamiento.

- Pareces nervioso, ¿Estás bien? - preguntó Lidia en algún punto entre la universidad y mi casa, mientras trataba de mantener mi atención en el camino.

- En realidad no estoy seguro, no lo sé, Adahí me prometió que comenzaría a comportarse de nuevo como mi hija y solo eso y… - suspiré - de verdad quiero confiar en ella, pero después de todo lo que hizo, de la forma como manipuló las cosas para lograr lo que quería, no dejo de pensar en que tal vez esto sea una nueva treta, aunque en esta ocasión no sabría decir qué es lo que planea.

- Tal vez en este punto lo más sano sea darle un poco de crédito a tu hija, después de todo fue ella quien te sugirió invitarme, no deberías adelantarte a los hechos - comentó, pero pude notar en su voz que ella tampoco confiaba de Adahí, que en algún lado de su cabeza tal vez también estaba pensando en las intenciones ocultas que tendría mi hija al organizar aquella cena.

- Sí, tal vez tengas razón - contesté, guardándome mis dudas para mí mismo, pero sin lograr relajarme del todo mientras recorríamos las calles en dirección a mi hogar, rogando para que todo saliera bien y Adahí no intentara algo nuevo.

Cuando llegamos a la casa noté que Lidia estaba muy seria y pensativa, ...

... concentrándose en algo que me era imposible conocer dado que desde aquella última conversación decidió permanecer en silencio.

- ¿Estás bien? - le pregunté, sin estar del todo seguro de que aquella cena lograra terminar sin que algo inesperado ocurriera, sin embargo, ella me miró y sonrió de una forma tan alegre y honesta que me hizo pensar que estando juntos las cosas no podrían salir tan mal.

- Quiero llevarme bien con tu hija, si vamos a hacer esto, es necesario que tengamos una buena relación, pero eso solo va a pasar si tú decides apoyarme por encima de ella cuando sea necesario, si le dejas claro que yo soy tu mujer y no ella ¿Crees que puedas hacerlo? - preguntó, mirándome a los ojos con inusual intensidad.

- Por supuesto - contesté, si entender por completo lo que me estaba pidiendo, antes de que me mirara sonriente y con un brillo de amor en sus ojos, acariciara mi mejilla y me diera un pico en los labios para que luego bajáramos del auto y camináramos tomados de la mano hacia la puerta de mi casa, sintiendo una extraña oleada de seguridad al tenerla a mi lado, al saber que, a diferencia de Teresa, con en esa mujer sí podría depositar mi confianza y formar un equipo de vida.

El olor a mantequilla nos llegó de golpe desde el momento en que abrí la puerta, fue maravilloso y delicioso dejar que ese aroma nos guiara a la cocina para encontrarnos ahí con Adahí, quien en aquel momento sacaba del horno un quiché de queso, tocino y champiñones que olía y se veía ...