Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (FINAL) - Relatos Eróticos

Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (FINAL)

... delicioso.

- Hola, hija, ya llegamos - le dije mientras ella avanzaba con cuidado hacia la mesa de la cocina para dejar el molde caliente sobre una tabla de madera.

- ¡Hola, papi! - respondió entusiasmada, antes de quitarse los guantes de cocina e ir corriendo hacia mí para abrazarme y tronarme un beso en la mejilla - me alegra que llegaran, justo acabo de sacar la comida del horno y… - su mirada se encontró de pronto con la de Lidia y su rostro se enrojeció en un instante - hola, tú debes ser Lidia, yo soy Adahí, yo… - era raro ver a mi hija tan insegura y avergonzada, pero no quise decir nada ni intervenir de forma alguna, pues en verdad necesitaba escuchar que se disculpara con mi chica - vale, lo siento, me pase tres cuadras contigo ese día, no debí hablarte así, en serio, lo siento.

- Ya está olvidado - contestó Lidia, con un tono de voz que me sugirió que a ella también le había tranquilizado mucho el hecho de que mi hija mostrara respeto y se disculpara por el nada agradable encuentro que tuvieron cuando nos sorprendió en la oficina.

- Gracias, eres muy amable - dijo Adahí sin lograr recomponerse del todo - siéntense, por favor, la mesa ya está puesta y…

- ¿Dónde aprendiste a hacer esto? - pregunté al ver lo bien que le había quedado aquel platillo a mi hija, sabiendo que, si bien cocinaba de maravilla, aquello no era algo que le hubiera visto preparar jamás. Ella se sonrojó ante mi pregunta.

- Sí, bueno, Sofi me ayudó un poco, ya sabes, ella sabe de ...

... estas cosas más que yo - dijo apenada.

- Y ¿Por qué no se quedó? - preguntó Lidia, en un tono ligeramente desafiante, mostrándose un poco extrañada ante la ausencia de la novia de mi hija, una pregunta ante la cual de inmediato pude observar la incomodidad que le había generado a Adahí, la sorpresa que le provocó tal clase de cuestionamiento y que la obligó a componer una excusa que no tenía planeado exponer.

- Ah, bueno, es que ella… tenía que llegar a casa temprano, ya sabes, sus papás aún no están del todo bien con la idea de que estemos juntas - dijo con nerviosismo y duda, dejándome muy claro que la verdadera razón de que Sofía no se hubiera unido a nosotros, tenía que ver con aquello que mi hija pretendía hacer durante esa cena.

Todas las alarmas se dispararon a partir de ese momento, aunque para Lidia aparentemente aquello no representara nada raro y tratara de comportarse de la manera más normal que podía con mi hija, sin embargo, desde que Adahí dio aquella respuesta, no pude dejar de pensar que se traía algo entre manos.

Mi hija sirvió los platos con un gran pedazo de aquel manjar en cada uno, antes de sacar del refrigerador una botella de vino, descorcharla y servirlo en varias copas, reaccionando solamente cuando mi mirada inquisitiva se encontró con la suya y sonrió nerviosa, sabiendo que el que estuviera sirviendo vino para todos, ella incluida, era algo completamente alejado de cualquier cosa que acostumbráramos a hacer en casa.

- Es que Sofi me ...