1. Profesor de mis hermanas (XI: Paz en el Verdor)


    Fecha: 27/04/2024, Categorías: Incesto Autor: Nightwing1000, Fuente: TodoRelatos

    ... depilado coñito, el que había conocido en la ducha hacía unos días.
    
    Apoyé mi lengua en su entrada, la deslicé hacia arriba y lentamente masajeé su clítoris. Luego repetí. Una y otra y otra vez. Le estaba realizando sexo oral a mi propia hermana.
    
    —Ahhhh, ahhhhh
    
    —Chuuup, lick, lick, shhhh, Paz, no gimas tan fuerte…
    
    —E-es que no puedo… hmmmm, mmmmm, ahhh, L-León… —la voz sexy y profunda, algo grave de Paz, era muy atractiva cuando gemía. No era como la de ninguna de sus hermanas. De hecho, se parecía mucho a la voz de nuestra madre.
    
    Recordé de pronto el sueño de esa mañana. Lamí y chupé con mucha más fuerza.
    
    —Lick, lick, lick, chup, lick, chuuuup
    
    —Ah, León, madre mía…
    
    —Sí…, madre…
    
    —¿E-eh? ¿Qué cos…? A-ahhh, ahhh, mmmmmm, aaahhhh, mmmmmm, mmmmm, León…
    
    —Slurp, Paz…,lick, lick
    
    —Mmm, la idea de que mi propio hermano me esté comiendo el coño es… qué rico…
    
    —Lick, chuuuup, sluuurp, slurp
    
    —Oh, León, ¡León…!
    
    —Mmmm,lick, lick, ¿sí?
    
    —Voy a acabar. En mi relato… la chica acaba en la garganta de su hermano. ¿Puedo…?
    
    —Cumple tu fantasía, Paz, me tragaré todo.
    
    Y así lo hizo. El cuerpo de Paz se estremeció, sus piernas se tensaron, y un chorrito de fluidos de intenso olor y sabor bajaron por mi lengua hasta que se perdieron en mi garganta. Sabía delicioso. Mi hermana se había corrido con mi boca.
    
    Paz me hizo ponerse de pie y apoyó las manos sobre un tronco, inclinándose en 90 grados. Su culo me llamaba, me enloquecía, quería penetrarla y ...
    ... hacerla mía. Pero mientras no estuviera lista, frotar mi cuerpo con el de ella sería un perfecto reemplazo.
    
    Apoyé mi polla erecta contra sus shorts, que todavía parecían braguitas de lo mucho que había tirado de ellos, y comencé a moverme de adelante hacia atrás, tal como si la estuviera follando, allí en un parque público. No sabía si alguien nos estaba mirando desde la maleza o algo así. No me importaba, honestamente, y a Paz tampoco.
    
    —Eso, dale, rápido, tal como si me estuvieras penetrando…
    
    —Ahhh, ahhh, sí
    
    —No, mejor imagina… León, cierra los ojos, imagina que estás adentro mío.
    
    Así lo hice. También ella. Ambos estábamos imaginando que estábamos cometiendo el tabú del incesto de verdad, con mi polla adentro de su coño mojado, caliente, deseoso.
    
    —Ah, Paz, uffff, qué rico… —La dureza de mi polla contra su chumino, que aún con los shorts puestos se sentía su humedad, era algo fantástico. El roce estaba haciendo maravillas. Agarré sus nalgas y las acaricié con fuerza. Eran mías.
    
    —Sí, sí, León… fóllame, fóllame… Ahhh, ahhhh, te siento muy duro… No creo que pueda aguantar una semana más, ahhhhh
    
    —Ahhh, ahhhhh, ¿tú crees? Mmmmmm
    
    —Sí… Dime, hermano, ¿así follaste a mis hermanas mayores?
    
    —Paz, ahhhhhggggg
    
    —A Mar y a Sol, a las dos te las follaste en la oscuridad, ¿les diste de nalgadas? ¿Les agarraste las tetas mientras las penetrabas?
    
    Sí, así lo hice con ambas. Y así lo hice ahora con Paz, dándole una fuerte nalgada en los shorts, y tomándole los ...
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