Chantaje a Marina
Fecha: 04/05/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: sexgex, Fuente: TodoRelatos
... intentando besarme mientras me quitaba del todo la blusa, su lengua, mi cuello y mi oreja, sus manos estaban sobre mi sostén y acariciaban mis pechos, sus dedos sobre mis pezones, ella los movía en circulitos mientras seguía besando mi cuello, poco después, mientras una de sus manos continuaba con mi pecho, la otra bajaba y comenzaba a acariciar mi muslo. Y yo empezaba a sentir un calor especial dentro de mí, me gustaba que sus manos recorrieran de esa manera mi cuerpo, aunque no podía creerlo, me estaba excitando mucho. No solo eran sus manos, sentía su cuerpo junto al mío y me empezaba a derretir. Clara empezaba a comprobar el efecto que sus caricias y besos tenían sobre mí e intensificó sus esfuerzos, aunque yo todavía no me resistía a su beso en mi boca. La mano de Clara subía por mi muslo y llegaba a mi sexo, todavía cubierto por el pantalón, y comenzaba a acariciarlo con suavidad mientras seguía lamiendo mi cuello, primero un lado, luego el otro, yo tenía que contenerme para no abrazarla porque estaba empezando a desear acariciar su cuerpo. Como si Clara adivinara mis deseos, me despojó del sujetador y ella se quitó su albornoz quedando totalmente desnuda, se volvió a aproximar a mí y colocó sus pechos junto a los míos, de tal forma que nuestros pezones se tocaban, mientras introdujó su mano dentro del pantalón y acarició mis bragas sobre mi rajita, luego sacó su mano y me mostró su dedo, mojado por mis flujos pese a las braguitas.
- ¿Estás un poco cachonda, no, ...
... Marina?
Clara sonrió y volvió a introducir su mano, esta vez dentro de las bragas acariciando mi coño, lo que hizo que no pudiera reprimir un gemido, cosa que ella aprovechó para volver a intentar introducir su lengua dentro de mi boca y yo ya no puse ningún obstáculo. Nuestras lenguas se movían juntas allí dentro mientras nuestras salivas se mezclaban, la mano de Clara seguía acariciando despacio mi coño y yo abrazaba con fuerza su espalda, nuestros pezones se tocaban una y otra vez. Nunca hubiera imaginado que una mujer me hiciera sentir así, necesitaba sentir su cuerpo junto al mío, deseaba a Clara.
Ella me cogió de la mano y me llevó a la cama, yo me quité los pantalones y las bragas y nos tumbamos sobre ella, Clara estaba encima mío, nuestras piernas entrelazadas, nuestros cuerpos pegados el uno al otro, no podíamos dejar de besarnos. Yo acariciaba su espalda y también su culo, mientras ella hacía lo mismo conmigo, de repente, sacó su lengua de mi boca y volvió a besar mi cuello, seguía bajando por mi cuerpo y su lengua llegó a mi pecho, ella lo cogió con sus manos y comenzó a besarlo, yo suspiraba y mordía mis labios al sentir los suyos allí.
- ¡Qué pechos tan hermosos y dulces tienes, Marina!
Ella lamió mi pezón, a la vez, contemplaba mi cara de placer y deseo.
- ¿Te gusta lo que te hago, Marina?
- Muchísimo, Clara, muchísimo. Eres maravillosa.
Mis pezon se endurecía con rapidez debajo de su lengua, luego repitió la operación con el otro. Estaba ...