Chantaje a Marina - Relatos Eróticos

Chantaje a Marina

... excitadísima, la sensación de aquella lengua recorriendo y mordiendo mis pechos me hacía vibrar y desear más y más. Clara parecía dispuesta a dármelo, su dulce lengua bajaba por mi ombligo en dirección hacia mi sexo, que la esperaba con avidez, ella no dejaba de mirarme mientras lamía mi cuerpo, por fin, abrió mis piernas y comenzó a lamer mis muslos, su lengua se iba acercando a mi coño, pero cuando parecía que iba a llegar allí, volvía otra vez al muslo. Todo esto incrementaba todavía más mi deseo.

- Tienes que pedírmelo, Marina - me decía Clara - mientras lamía mi muslo.

- ¡Por favor, Clara!

- ¡Pídemelo, Marina!, ¿Qué quieres que te haga?

- ¡Quiero que me comas el coño, Clara!

No podía más y ella, al escuchar mis palabras, comenzó a lamerlo, su lengua bajaba y subía por mis labios vaginales y no podía evitar gemir al sentirla.

- ¡Aaaahhhhhhhhh, aaaaaaaaahhhhhhhhhh!

¡Sííííí, Sííííí, Sííííí!

La lengua de Clara no dejaba de recorrer aquellos labios y también terminó penetrando dentro de mi empapado sexo, allí se movía con mucha facilidad y cada vez que lo hacía me trasladada a un paraíso de placer, tenía que sujetarme a la cama para controlar los temblores que producía mi cuerpo

pero aquello todavía fue más lejos, y es que la lengua de Clara comenzó a lamer mi clítoris, lo que provocó que gimiera y gritara como creo que no lo había hecho antes.

- ¡Aaaaaaaahhhhhhhhhhh, Aaaaaaaahhhhhhhhhhh, síííííííííííí, síííííííííííí!

Clara lamía y mordía ...

... mi clítoris una y otra vez, con mucha maestría y yo no podía dejar de gemir, temblar y mover la cabeza sin parar, me estaba volviendo loca de tanto placer que me hacía sentir. De repente paró, lo hizo para colocarse sobre mí, de tal manera que su coño estaba sobre mi boca y su boca sobre mi coño. Ella me ofrecía el suyo y yo deseaba darle tanto placer como ella me estaba dando a mí. Así que comencé a lamer su coño, era una cosa que no había hecho nunca antes, pero, quizás debido el placer que ella me estaba dando, me encantaba saborear su coño mojado. Mi lengua se movía también sobre sus labios y dentro de ellos, entraba y salía, a veces tenía que determe durante unos segundos para gritar, ya que Clara me seguía llevando al cielo con su lengua.

- ¡Moja 2 de tus dedos y mételos dentro, Marina! - me pidió Clara.

Y yo la obedecí con preste a, lleve mis dedos a la boca, los llené de saliva y los introduje dentro de su coño.

- ¡Aaaahhhh, Aaaaaaaahhhhhhhhhhh, asíí Marina, fóllame, quiero que me folles fuerte y duro!

Y volví a obedecerla, mis dedos entraban y salían con fuerza de su coño, y mi lengua seguía lamiéndolo con pasión, mientras mis manos sujetaban sus nalgas. Así, continuamos las 2 un rato más, no se cuanto porque estaba disfrutando como nunca y perdí la noción del tiempo. Hasta que comencé a sentir que algo dentro de mí se preparaba para estallar. Cosa que no tardo en llegar, momento en el que me sentí transportada a otro mundo, un mundo de éxtasis y placer ...