1. FANTASÍA CANINA (corregido)


    Fecha: 13/05/2024, Categorías: Zoofilia Autor: littlepancake, Fuente: TodoRelatos

    ... mientras que ella emitió un sobrehumano grito:
    
    Nos quedamos abotonados por 10 o 15 minutos, en los que mi preciosa dueña lloraba, gemía, gritaba, se retorcía, al mismo tiempo de dolor y placer, lo que le provocó un fenomenal orgasmo, o varios orgasmos continuos o multiorgasmos:
    
    En esos momentos yo también gemía al estilo perruno, mientras le soltaba un verdadero río de ardiente y canino semen, hasta que el botón de mi verga comenzó a disminuir su tamaño, y yo, para no lastimarla más, esperé hasta que estuviese totalmente flácido, aunque por el tamaño de la bola, me costó un poco de trabajo retirarla, haciendo que gritara por el dolor al sacarla, debido a la estrechez de su vaginita:
    
    Se derrumbó totalmente en el piso, en un desmayo casi total, que por unos momentos me preocupó, y, acercando mi hocico a su angelical rostro, comencé a lamerlo, gimiendo como un cachorrito, consiguiendo, a los pocos minutos, que volviera en sí de su momentáneo desmayo:
    
    Y levantándose, se dirigió hacia la cocina diciéndome:
    
    Ya en la cocina, y abriendo el refrigerador (nevera), sirvió un jugoso filete y un tazón de leche que entibió en el horno de microondas, los cuales, y siguiendo mi instinto canino, devoré con avidez.
    
    Mientras tanto mi hermosa dueña me contemplaba, comiendo el filete y bebiendo la tibia leche, en tanto que ella, se limpiaba los restos de nuestras venidas con una toalla, mientras no dejaba de acariciarse los blancos y hermosos pechos. al parecer, la tarde de ...
    ... sesión sexual no había terminado, pues cuando terminé el delicioso ágape, me llamó diciendo:
    
    y chasqueando su lengüita, se volteó poniéndose en cuatro, apoyando sus brazos en la silla en que estaba sentadita.
    
    Yo me acerqué a ella, quién, en la posición en que se encontraba, mostraba sus jugosos, rojizos y ardientes labios vaginales, así como el rodete de su rosado culito, los cuales me puse a lamer, sorbiendo las mieles de tan deliciosos orificios, saboreándolas y bebiéndolas con la misma avidez con la que había devorado el filete y la leche, aunque mas complacido, pues sabía que le estaba proporcionando un exquisito deleite a mi bella ama, la cual, se retorcía, gemía y gritaba:
    
    Mientras tanto, yo seguía pasando mi rasposa lengua, por su culo y vagina, hasta que nuevamente se vino copiosamente, derramando sus ardientes jugos, que yo devoraba ávidamente.
    
    Para entonces, mi verga ya estaba totalmente fuera de su capullo, y, colocándome nuevamente encima de ella, la sujeté firmemente con mis patas delanteras, y la punta de mi verga en la entrada de su coñito, de un solo envite se la dejé ir hasta la empuñadura, haciéndola emitir un agudo grito:
    
    Yo no me hice del rogar, y seguí embistiéndola, con los movimientos cortos y rápidos propios de un perro, tocando cada rincón de su húmeda cuquita, y metiéndole una vez más la perruna bola, quedándonos abotonados una vez más, y mientras le dejaba ir mis chorros de ardiente esperma, ella se vaciaba dentro de sí misma con sus ...
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