1. Un día en el gym con Mara. Entrenamiento personal


    Fecha: 14/05/2024, Categorías: Hetero Autor: Srva, Fuente: TodoRelatos

    ... movimientos circulares con pequeñas incursiones en la apretada cavidad que se dilataba poco a poco. Cuanto más se humedecía su orificio más caliente y próxima al orgasmo estaba ella. Pocos segundos después un potente orgasmo se escapó de aquel retrete, su espalda arqueada hacía juego con las pequeñas gotas de sudor que recorrían su piel, sus rodillas se volvieron rígidas para a continuación doblarse sin control. Sin duda una sesión cargada de emociones para todos.
    
    Al observar la finalización, rápidamente volví a meter la cabeza en mi cubículo. Colocándome encima del retrete con silencio. Al llevar mi mirada a la entrepierna, un prominente bulto se encontraba bajo el pantalón. Mi deseo irrefrenable se antepuso y me saqué la polla, humedecida por el líquido preseminal que ya derramaba. Empecé a pajearme con la presencia de la pareja a un metro y con solo una pared de plástico entre nosotros. Mi polla venosa agradecida por haberla liberado, estaba ardiendo, llena de sangre y con un generoso tamaño.
    
    J: Cariño hay que ir a la ducha eh, tengo que bajar este calentón como sea jejeje.
    
    M: ¡Vale amor!
    
    J: ¿Crees que nos habrá oído el monitor?M: ¡Lo dudo! ellos están a los suyo, de todas formas, ¿si no fuera así? ¿que? ¿menudo morbo no?J: Jeje ¡Como te gusta jugar! bueno, ¿vamos?M: Adelántate que yo voy a terminar de limpiarme y así aprovecho y hago pis.
    
    J: Vale, de acuerdo.
    
    El sonido de la puerta del baño cerrándose ni siquiera me inmuto, seguí masturbándome ...
    ... intentando bajar el calentón y la tremenda erección que tenía. Oí algo, no sabía diferenciar que era, pero en pocos segundos la puerta de mi retrete se abrió lentamente. Allí apareció Mara, sin leggins, sólo con unas calcetas largas de gimnasio y el top recogido por encima de sus pechos, maravillosos, rosados y con unos pezones erizados que invitaban a lamer. Me observaba allí, sentado en la taza del wáter y con mi miembro en la mano... Aún podía observar restos de lefa en su coño y piernas. Pero ella no quería descanso y a mi eso no me importaba.
    
    M: Hemos disfrutado.Mi marido...se ha corrido. yo... me he corrido, pero.... ¿y tú? Creo que tú no...
    
    "Silencio"M: Y eso, Gabriel... no es justo para ti... pero tampoco para mí... ¿puedo? dijo señalando con su dedo índice mi zona baja.G: Si claro...por supuesto, adelante.M: Las ganas que tenía de esto... Dijo mientras se podía de rodillas delante del retrete y me retiraba la mano de mi polla, sustitutendola por las suyas.Allí estaba yo, sentado sobre el retrete, mis brazos colgando a ambos lados y con Mara empezando su particular sesión de cardio.
    
    Agarró mi nabo con la mano derecha suavemente, poco a poco y empezó acariciando la parte de arriba, pasando las yemas de sus dedos por cada una de las venas que tenía. Mientras observaba mi polla detenidamente a pocos centímetros de su cara, inconscientemente se humedecía y mordía los labios mientras los míos por el contrario se secaban por la ansiedad de que se la llevara a la ...
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