Pequeñas Aventuras: Princesa. (Parte 1)
Fecha: 22/05/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: RayFenix, Fuente: TodoRelatos
Cuando salí de la estación de tren mi cabeza no paraba de dar vueltas, mi mente era un torbellino de emociones, mi cuerpo temblaba ante la idea de conocer, por fin, a ese hombre con el que tanto tiempo llevaba hablando y tan solo pensar en la pequeña locura que estaba cometiendo, hacía que mi corazón latiera de forma descontrolada, confieso que pensé en darme la vuelta inmediatamente.
-Tranquila Idaira -. Me dije a mí misma soltando un largo suspiro para intentar calmarme.
Mire a mi alrededor sin saber muy bien que buscar, estaba rodeada de mucha gente e intentaba encontrar a una persona a la que nunca le había visto la cara, tan solo tenía una imagen en mi mente creada a base de descripciones. Solté un respingo cuando sonó un mensaje en mi móvil.
-Te veo -. Leí.
Mis nervios volvieron. Levanté la mirada observando a toda la gente a mi alrededor, y quizá pueda parecer una tontería, pero mis ojos se quedaron clavados en un punto, en una persona exacta.
-Yo también -. Contesté al mensaje del teléfono.
Respiré hondo y comencé a caminar hacia él, hacia un hombre maduro vestido con pantalones vaqueros rotos y una cazadora de cuero, que se encontraba fumando apoyado en una moto de esas tipo custom. Me fui fijando en él conforme avanzaba, no aparentaba para nada cuarenta años, a pesar de que ciertas canas blanqueaban su sien y su barba bien recortada.
-Es él -. Pensé para mis adentros.
Me planté delante de él y no pude articular palabra, pensando que si me ...
... estaba confundiendo iba a quedar bastante ridícula.
-Hola princesa -. Saludó y al instante reconocí ese saludo que tantas veces había escuchado a través del teléfono.
-Hola papi -. Respondí esbozando una sonrisa tímida.
En ese instante mis nervios desaparecieron por completo. El hecho de escuchar esa voz serena que tantas veces me había calmado en mis peores momentos en la universidad, hizo que me relajara por completo y que me abalanzara sobre él a darle un enorme abrazo.
-¿Todo bien? -. Me preguntó cuando nuestros cuerpos se separaron.
-Sí -. Fue lo único que alcancé a decir.
-Mírame -. Dijo agarrándome de la barbilla para que nuestros ojos conectaran. -Estas a tiempo de dar marcha atrás a todo esto, sabes que jamás me podría enfadar contigo -.
-No -. Respondí segura. - Lo mismo digo, si no te gusto o… -.
Una carcajada interrumpió el final de mi frase.
-¿Tú que crees princesa? -. Dijo con media sonrisa sin dejar de mirarme a ojos.
Yo solo me encogí de hombros.
-Sube -. Dijo montándose en la moto y alargándome la mano para que me uniera a él.
Me monté detrás de él y lo abracé con fuerza. No sabría explicar muy bien el porque, pero creo que jamás me había sentido más segura en mi vida que abrazada a ese madurito atractivo, veinte años mayor que yo.
-¿Lista? -. Preguntó acercándome el casco.
-Sí -. Respondí.
Comenzamos a rodar por la ciudad hasta que llegamos a las puertas de un pequeño hotel en las afueras, confieso que en ese momento ...