Una Buena Ocasión 10
Fecha: 19/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
... polla en la boca le provocara placer, e instintivamente me lo agradecía. Con mis dedos en su coñito saliendo y acariciándole el monte de venus.
Miré el reloj, y no quedaba mucho tiempo, me dio rabia pero le dije:
- ¡Mmh! hoy me quedo sin follarte, pero tú te llevas la merienda, sigue asi perrita, sigue y trágatela toda ¡Mmmh! ¡Mmmh!.- le dije gozando de su entrega y buena disposición, viendo ahora un brillo en sus ojos rojos.
No tarde en descargar en su garganta, ella tragaba y se dejaba follar pareciendo una experta. La guiaba a mi gusto y le amasaba los pechitos empapados de su saliva y gozando. Se sobresaltó al oírme gemir agradecido, notando la lefa inundándole la garganta. Pero trago y chupó con esmero, y esa lengua juguetona de la que me di cuenta.
Al final la solté y me puse delante de ella, que se limpiaba las babas y la lefa que se le habían escapado. Me miraba con cara de digna, pero no decía nada. Sabia que sus movimientos de pelvis y esas piernas cerradas eran una señal, y ¿qué menos? que agradecerle la buena folláda de boca que había aprendido tan bien.
Cuando me vio agacharme entre sus piernas, abrió los ojos negando otra vez, intento que no le abriera las piernas, pero no sabía en ese instante, si le habían comido el coñito alguna vez. Y no opuso apenas resistencia. Se miraba el torso empapado, los pezones más gruesos y estirados que había tenido nunca, y noto mi boca sorber sus labios. Levantó los brazos, agarrándose al respaldo, y se abrió más ...
... de piernas, acercándose ella a mi boca y soltando un gemido de sorpresa.
-¡Aaaaah! ¡Mmmmh! ¡por favor! ¡Aaaaah! ¡Aaaaah! ¡para ya! ¡Aaaaah!. - gemía escandalosamente notando como le sorbia de arriba abajo su viejo coñito y se lo dejaba seco, y se volvía a correr pensando que se hacía pis. Pero no, al segundo espasmo supo que su coñito le vibraba de placer, y se me pego más con su pelvis. Mientras, tenía que apartar la mata de pelos con una mano, y con la otra le recorría el cuerpo arañándole y estirándole los pezones más fuertemente esta vez.
La deje bien seca, mirándonos a los ojos. Me levanté, y me miro otra vez con miedo, pero me miraba seria y digna, aunque sus ojos la delataban. Quería que se la metiera, recordó vagamente el último polvo, pero mantuvo su poca dignidad que le quedaba. Y yo le dije:
-La próxima reunión, la planeo yo en tu casa. Más vale que te quites este gato ¿queda claro, caniche? Lo quiero bien cortito, o afeitado, lo que prefieras. - le ordené cogiéndole de los pelos, y se quedó un segundo mirándome, levantando la pelvis con sus pobres pelos cogidos, pero asintió.
Le llevé a mi polla, y le dije viendo como abría la boca con iniciativa:
-Ahora límpiamela tú. Como me jode no poder clavártela en este coñito resucitado. Seguro que está muy cerradito, y gritas agradecida, como una colegiala- y mi mano se lo acaricio con mimo, como a un gato.
Chupaba y sorbia haciendo ruidos, la baje a mis pelotas y también las seco, pero esto no lo hacía ...