Una Buena Ocasión 10
Fecha: 19/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
... igual que dejarse follar la boca. Yo admiraba mi obra, viendo su pecho entero empapado de sus babas al follarle la boca, con las dos tetitas aún rojas. Pero lo logró, me la dejo impecable, y la solté diciéndole:
-Ahora te bajo una camiseta de Berta, esa me la quedo de recuerdo.- le dije, yendo a buscar mi pantalón y poniéndomelo con ella viendo su camisa rota por los botones.
Se la quito y se secó la cara y el cuerpo con ella, se puso bien el sujetador mojado. Pensando en que debería salir a la calle a pedir auxilio, pero todo su ser le decía que no. Que ahora era mía.
Subí a la habitación de Berta y ella se puso su falda hortera, notando sus piernas temblorosas, sus pechos ardiendo y su coñito palpitar otra vez vivos. Sonrió al ver que estaba sola, y se vio reflejada en el cristal de un cuadro en la pared, sabiendo que había empezado algo entre nosotros que le encantaba.
Cuando baje seguía de pie delante del sofá, me miraba algo temerosa al ver mi polla morcillona. La verdad es qué igual un polvo rápido se lo habría podido pegar, pero prefería hacerlo bien, con ese pobre coñito, que seguro que estaba muy, muy cerradito.
-Toma, ponte esta. Y date la vuelta, quiero ver que culito gastas.- le dije dándole la camiseta y girándola.
Dio un saltito al notar mis dos manos apresarle el pequeño, pero aún duro culito. Se ponía la camiseta corta a media barriga, y se mordía otra vez los labios al notar el empeño de mis manos en su culo. Con la falda costaba un poco ...
... apreciarlo, y cuando notaba que le abría los cachetes, saltaba al sentir algo nuevo también, notando sus bragas entrar en sus partes, metiéndose en la raja del culo también, con tanto magreo. Jamás le habían sobado el culo como se lo estaba haciendo yo ahora.
Noto mi boca en su cuello, los mordiscos, y le recorrí el cuerpo hacia arriba hasta sus pechos. Me empezaba a calentar, solo tenía que apoyarla en el sofá y ver cuanta polla le entraba. Notaba mi boca y mi respiración agitarse, y ella también respiraba igual, pensando lo mismo, pero no había tiempo.
-¡Oooooh! ¡Mmmmh! ¿me puedo ir ya? Dijiste quince minutos, Damián. Nos pueden pillar- me dijo gozando de mis mordiscos y mis manos otra vez amasándole los pechitos bajo la camiseta.
-Si, bésame y vete. Te mandare día y hora para seguir. Pero luego te creas una nueva cuenta de correo, mejor llevar esto aparte. Ponte el nombre que te he dado en esa cuenta. - le expliqué soltándola y viendo su cara de cachonda.
Me asintió, y me dio un beso en los labios. Pero le cogí de la cabeza y le meti la lengua en esa boca ardiente, y la pobre intento recordar cómo se besaba. Pero al final lo hizo bien, y se empezó a retirar de mi polla que le empujaba la barriga.
-Vete ya, caniche. Y nada de tocarte tu sola, ahora eres mía y me tendrás que pedir permiso. Joder que ganas de clavártela y verte la cara, ¡vete ya!.-le grite aguantando la risa, con la polla casi empalmada, y ella yéndose, asintiendo nerviosa.
Se cerró la puerta, ...