Una Buena Ocasión 10
Fecha: 19/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
... y relamiéndome, dije:
-Joder con la directora, como arde la puta caniche.- y me fui por cerveza empalmado y frustrado.
Las nuevas sumisas me ponen mucho, pero estaban al llegar las gacelas macizas, y estaban castigadas. Asi que me subí a cambiar rápidamente, saliendo a por mí otra canija y darle una sorpresa.
Me libre de que me vieran por poco, justo gire una calle y no me vieron al llegar con el coche. Caminaba relajado y sonriendo como un tonto de lo que le había hecho a la señora directora, y de lo que le quedaba por descubrir. Y llegando a la casa de Sumía, me acorde de sus amenazas por si se me ocurría “atacar” a su madre.
Angela, alta y fornida, no se parecía en nada a su hija, solo los ojos negros de mala leche, e intuía que los pechos con forma de punta de misil de la hija. Igual se estaba desarrollando más lentamente, pensé admirándola al ver que llegaba.
Me vio llegar a la vez que ella, me sonrió y me dijo:
-Madre mía como crecéis, estas diferente.- me dijo acercándose a darme dos besos muy contenta.
-Usted también, al sol esta más joven y más guapa.- le dije sacándole una risa tonta.
-¡Jajaja! gracias.- me dijo ofreciéndome una buena vista de su culo al abrir la puerta.
El culo era el mismo también que el de Sumía, pero más grande. Mi polla dio un salto de aprobación. Entremos y la madre la llamó, pero no estaba. Yo me quede en la entrada y ella me dijo:
-Ven, tomate algo fresco, ya vendrá.- me dijo yendo a la cocina.
-¿Me hace ...
... un favor? -le pregunte sin poder evitar mirar sus buenos pechos.
Se los miro, puso cara de extrañada, y me dijo:
-Dime.
Algo sucio paso por su cabeza, porque sus ojos la delataron, por mucho que se hacia la tonta al pillarme mirándole los pechos descarado. Y le dije:
-No le diga que he venido, la esperare en su habitación. Es que hemos discutido, y es capaz de entrar e ignorarme.- le mentí, esta vez mirando sus buenas caderas para agarrarla y hacerla gritar.
-¡Jajaja! vale, vale. Si, esta niña es capaz. Me alegro de que la conozcas tan bien. Eso es buena señal. - me contestó la “mama cañón”, que se había calentado imaginando alguna escena de las películas porno que veía. Fijándose en mis pectorales y mis venas de los brazos mientras me ofrecía una lata de refresco.
Mami era igual de caliente que la hija, y su marido le daba caña. Pero le ponía mucho enseñar a un jovencito las bondades del sexo. Ya se imaginaba con la pierna en una silla, agarrándome de los pelos para que le comiera el coño a su gusto. Lo notaba en el ambiente, pero me hacia el tonto mirando el móvil y ella haciendo las tareas con sus pensamientos sucios.
-Bueno, me voy arriba, no le diga nada por favor.- le insistí, viendo el brillo en sus ojos de estar caliente. También recordó la última sesión que tuve con su hija, y la pobre me sonrío negando con la cabeza y cerrando las piernas para aplacar su coñito.
Al poco rato llego, saludando con su tono estúpido hacia su madre, y subió a su ...