Soy el amante de la madre de mi amigo. (Parte 2)
Fecha: 23/06/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Cintia, Fuente: TodoRelatos
... fusionándonos en un loco y descontrolado apareamiento, gimiendo como una gata colérica, para después de venirnos rápidamente, nos metimos a ducharnos juntos.
Terminamos de almorzar como a las 4 de la tarde, y nos acostamos un rato, salimos por la tarde a recorrer el pequeño centro, que la falta de turistas y algunos negocios cerrados, carecía de interés, regresando a nuestro alojamiento.
Después de cenar, miramos televisión, trate de estimularla, con besos y caricias, manteniéndose algo ajena, le pregunte:
“Te sucede algo?”
“Para nada, estoy bien, solo que pensé, en cual sería nuestro futuro, pero ya está, mejor dejar que las cosas, se desarrollen por sí misma”
“Me quieres?” Le pregunte
“Es muy pronto para decirlo, pero si estoy acá contigo, por algo será, creo que no vine solo a coger, además no lo hago con cualquiera, pero disfrutemos el momento, y no preguntes”
Nuevamente comencé a besarla, quitándole poco a poco su ropa, hasta dejarla como vino al mundo, me abrazo fuertemente, la note algo triste, me preocupe, preguntándole si estaba bien:
“No me hagas caso y sigue”
Lentamente comencé a excitarla, si bien no fue como en otras veces, después de un rato parecía estar más dispuesta, cuando volví a intentar quitar su tampón, me detuvo, diciendo:
“Mi amor, déjalo, no tengo más, hay otras maneras de tener sexo” Ingenuamente la mire algo sorprendido, diciéndome:
“Tengo otras aberturas” Girándose boca abajo, dejando a la vista sus atractivos ...
... glúteos, que rápidamente comencé a acariciar. Separando sus glúteos, observando su ano, iniciando roces con mis dedos, notando como comenzaba a suspirar.
Hasta que la monte, besando su cuello, apoyando mi aparato erguido, entre la zanja de sus glúteos, acariciaba su espalda, pero estaba eufórico sabiendo que sería mi primera incursión anal. Cuando me expresa:
“Sobre la mesita de luz hay un lubricante” Lo tome y me lo puse, permaneciendo Jacky con sus piernas separadas, a la espera de una nueva penetración, donde lentamente mi glande, lo deposite, en la puerta de su orificio. Empujando suavemente, que, gracias a la lubricación, se fue perdiendo en el interior de mi amada. Era una sensación distinta, sintiendo como sus músculos rectales oprimían mi verga.
Sus gemidos me estimulaban, sabiendo que se los estaba produciendo con el sexo anal, me agradaba ver como mi verga se perdía entre esos apetecibles y atractivos glúteos, golpeando con mi panza, amoldándose a mi pelvis, donde mi mano no se detenía, dándole ciertos chirlos que eran respondido por un“ay” muy sensual.
Después de llevarla a un orgasmo, se acurrucaba a mi cuerpo, parecía una chiquilla feliz y rebosante de alegría, quedándose quieta percibiendo su cálida piel. No pasada la media hora, inicie una serie de besos en su cuello, oprimiendo a la vez sus pezones, estirándolos comenzando a ponerse tensos, ante mi insistente accionar.
Su cuerpo comenzaba a relajarse y su rostro parecía rejuvenecerse, separe sus ...