El Vigilante de la Privada 7
Fecha: 27/06/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Sexo Virtual,
Autor: Lobo85, Fuente: SexoSinTabues30
... una puta – decía Bella algo inquieta.
Ah, pero tú lo eres, o ya olvidaste que fue lo que decías en esa llamada – agregó mientras penetraba su culito con su pulgar, logrando un quejido.
No me haga eso, es muy penoso – decía Bella pero contrario a todo, prácticamente abría sus piernas para dejarse manejar mejor, permitiendo que su camisón sea levantado para mostrar sus bragas por completo, mientras se perdía en el toque masculino, gimiendo como una hembra.
A mí no me engañas, no te hagas la santa, eres una putita, o quieres que te recuerde lo que decías a tu amiguita, porque en serio, con esa boquita más que besar a tu mama deberías tragarte mi verga – se burló el joven mientras aprovechaba para sacarse el miembro que rosaría sus muslos.
Que me gustaría tragarme tu verga mientras me comes la concha, quiero que me la metas toda, frente a mi madre loca, diciendo alguna tontería de su libro – apenas dijo un poco la nena cuidando de no sonar tan grosera.
Eso le encendió mucho al vigilante, y para sorpresa de este la niña se acomodaría para comenzar a chupársela, no era un miembro tan grande, pero en la boquita de la nena se veía enorme, luciendo como toda una putita, aparte que esta no dejaba de verlo con un gesto vicioso, era difícil de creerlo, pero se notaba como disfrutaba del sabor, todo indicaba que era de esas crías nacidas para el sexo, pero no se quedó así, el juego bucal fue solo momentáneo. Parecía desearlo Bella con un gusto morboso pero secreto, pues ...
... contrario a sus palabras se fue a sacar su camisón, para quedar completamente desnuda, a no ser por unos calcetines que apenas cubrían sus pies, por debajo de los talones, dejando a la vista sus esbeltas piernas, con eso en vista Matt se preparó empezando rozar su verga en tan pequeño hueco, que esperaba la entrada de su macho, dejando ver como la hembra gemía de manera sumisa, lo cual no tardaría, de una sola estocada, tras varias caricias sexuales, esta se vería invadida, dejando escapar un fuerte gemido que apenas sería detenido por un beso, pues está realmente fue abierta por el vigilante.
Uff, chiquita, si vieras como me aprietas, entra como guante, muy justo, pero así me gusta preciosa, veras como la vamos a pasar bien, pequeña putita – decía Matt mientras comenzaba a embestirla suavemente, usando su peso para entrar en ella.
La nena se quejaba poco, mas no dijo nada, el sexo que sentía era delicioso, como era la segunda vez podía gozar con cada estocada despertando el mejor de los placeres, pues la vez anterior solo fue una sensación agridulce, el dolor se mezclaba con el placer, pese a su corta edad era lo mejor, además ya no tenía que envidiarle nada a su amiga, quien seguía diciendo cosas, su otras compañeras por lo mismo se trataban de poner a la par, y un par dijeron como que un primo se las llevó a la cama, o fue un tío, aunque una de nombre Fabiola mencionó que se había acostado con el profe, quien se sabía un pervertido, lo cual no era tan difícil pero eso ...