El tormento de Elsa (revisado) 51 a 53 - Relatos Eróticos

El tormento de Elsa (revisado) 51 a 53

DOMINGO 5 DE DICIEMBRE

Una vez dentro del garaje, Javier sacó a su hija en brazos de la parte de atrás del coche, donde la habían dejado hace unos minutos tras sacarla de casa de Silvia, a la cual, Elsa no había vuelto a ver desde que las separaron al bajarla a ella al sótano tras acabar la cena; envuelta en una manta aprovechando la oscuridad, Elsa encerraba su cabeza en el hombro de su padre, como si buscara protección.

Eran las siete de la tarde, y hacia solo un par de horas que Elsa habia sufrido la ultima violación del fin de semana. En esta ocasión,de nuevo siendo Bill el afortunado, habai ocurrido sobre la cama de Silvia, que había sido bajada al Sótano para descansar allí, tirada en el suelo, como otras muchas veces le había ocurrido tras una paliza. Esta vez, de nuevo, Bill había vuelto a llenar el coño de Elsa de semen y pis entre gemidos de placer de la chiquilla que mamaba a la vez la polla de su padre, pero ya sin estar encadenada. Ahora, abrazando a su padre del cuello, la chiquilla se dejó llevar hasta la habitación que compartían ambos desde hace meses y a la cama de matrimonio donde el hombre la dejó con suavidad, acariciando su cara y su cabello húmedos tras la ducha que le habían dado antes de salir. Sonriendo, Elsa se hizo un ovillo y agarró la mano de su padre.

-¿Va a pasar algo más hoy papi? ¿Vas a hacerme algo más tú o algún invitado?

Javier sonrió, besando a su hija en los labios. Elsa, receptiva, abrió la boca y aceptó lujuriosa la lengua ...

... de su padre. Estaba ávida de deseo, rebosante de placer, y casi deseaba ser usada una vez más.

-Estamos solos cielito. Nadie más te hará nada hoy,

-¿Ni siquiera tú? - Dijo Elsa lamiendo los dedos de su padre uno a uno y excitando a este.

-¿Lo deseas? - dijo el hombre separandose, sonriendo, empalmado una vez más.

Elsa asintió relamiendose.

-Quiero tu polla. - Dijo la muchacha incorporándose levemente

Y sonriendo, Javier, desnudándose, quitó la manta de encima de Elsa, que se estiró mostrando su cuerpo desnudo a su padre, que se excitó al ver algunas de las marcas de los azotes, las quemaduras de cigarro o de las garras de Bill y el otro perro, que tambien gozó de la chiquilla, en la espalda.

-¿Dónde?

-Donde quieras.

-Pues culo en pompa zorra.

Y Elsa, con las pocas fuerzas que le quedaban, sonriendo, poniéndose a cuatro patas, levantó el culo mostrando un ano dilatado y desgarrado que estaba irritado como nunca.

-Perra papi, soy una perra.

Y sonriendo, soltó de nuevo un pequeño ladrido para placer de su padre que empezó a follar a su hija como pocas veces..

Complacido, Javier recordó como desde la noche del viernes, desde que la sacaran las cucarachas de dentro, desde que instantes despues fuera violada de nuevo por un perro, la chiquilla habia vuelto a tener un nuevo fin de semana lleno de sexo sin piedad, abusos, azotes y porque no rerconocerlo… placer, placer sin igual y desproporcionado a pesar de las atrocidades que habían cometido ...