1. En la costa, con un pendejo de 19 años (1)


    Fecha: 02/09/2024, Categorías: Confesiones Autor: Victoria Maria, Fuente: TodoRelatos

    ... bañarme.
    
    Me había puesto una camisa blanca semitransparente…, debajo una diminuta tanga y por supuesto sin corpiño…
    
    Los dos entraron riéndose y hablando como si se conocieran de toda la vida.
    
    El pibe traía entre sus manos las cajas de pizzas y mi marido dos pack de cerveza, las que puso inmediatamente en el freezer.
    
    Nos sentamos a la mesa y cenamos, el pibe tenía hambre, prácticamente se comió una pizza el solo…
    
    Gastón había entrado en confianza…, así se llamaba. Hablábamos, reíamos, en verdad parecíamos una familia, un papá con sus dos hijos o un papá con su hija y su nieto.
    
    En un momento en el que Gastón fue al baño, mi marido me preguntó…
    
    Y…, que vas a hacer ¿?, está muy nene todavía…, evidentemente mi marido no le tenía fe.
    
    No se que voy a hacer…, está muy tiernito y lo veo muy tímido…, te diste cuenta que ni siquiera me mira ¿?..., le contesté riéndome y le dí indicaciones.
    
    En un rato vos decís que estás cansado…, te vas a dormir y yo veo que hago.
    
    Es que en verdad si estoy cansado, me muero de sueño…., me contestó.
    
    El pibe volvió y a los pocos minutos tal como habíamos quedado, mi marido se despidió….
    
    Hasta mañana chicos…, me voy a dormir…
    
    Respondí con un hasta mañana “pá”, y el muchachito muy formalmente con un hasta mañana señor…, que descanse.
    
    Ya estaba sola con él, era hora de continuar con mi labor… Hasta ese momento nada indicaba que íbamos a coger, salvo por un par de veces que me miró las piernas y el escote.
    
    Te ...
    ... querés bañar ¿?...., le pregunté…
    
    Si por favor señora, se lo iba a pedir…
    
    Con toda naturalidad lo llevé hasta el dormitorio…, indicándole cual era mi cama y cual la de él…, le dí una toalla y lo dejé solo.
    
    Levanté la mesa, lavé los platos y me senté en una reposera en la parte de afuera de la casa a esperar.
    
    Cuando terminó de bañarse se reunió conmigo y nos pusimos a hablar durante un buen rato. Entre los dos nos terminamos las cervezas que quedaban.
    
    Esa conversación fue muy distinta a la que habíamos sostenido en presencia de mi marido, estaba bastante mas suelto e incluso me miraba de otra manera, sobre todo mis piernas…
    
    Volví a hacerme la víctima diciéndole que me sentía muy sola…
    
    Luego entramos y fuimos al dormitorio, así como estábamos nos acostamos cada quien en su cama, el pibe en short y en cuero y yo con mi camisa…
    
    Si bien la luz estaba apagada…, entraba bastante claridad por la ventana a causa de persiana rota.
    
    Seguimos hablando en vos muy baja y poco a poco llevé la conversación al tema del sexo.
    
    Si bien al principio me evadía el tema, poco a poco lo hice entrar en confianza y empecé a preguntarle sobre su intimidad…
    
    Las cosas que me decía evidenciaban su falta de experiencia con las mujeres y por el tono de su voz me di cuenta que se estaba excitando…, ya era el momento de concretar.
    
    Me senté en la cama apoyando mis pies en el suelo…, lo miré fijamente y le pedí que me siguiera contando sus experiencias.
    
    Eso lo perturbó, sobre ...
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