En la costa, con un pendejo de 19 años (1)
Fecha: 02/09/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: Victoria Maria, Fuente: TodoRelatos
... todo porque al estar sentada de esa manera podía verme todo. Su mirada se enfocaba en mi entrepierna.
Yo le hacía preguntas muy explícitas y él me las contestaba con lujo de detalles, se notaba su excitación y yo ni hablar…, ya estaba muy loquita y se lo hice saber…
Ya no aguanto mas Gastón…, quiero ver…, me dejas ver ¿?..., le dije de manera insistente.
Que ¿?, cómo ¿?, qué cosa ¿?..., me preguntó con voz temblorosa.
Si bien él estaba recaliente al igual que yo, jamás imaginó que le fuera a pedir algo así…
De manera muy abrupta cambié de cama y me senté a su lado…
Tu pija…, enséñame la pija…., quiero ver tu pija, empecé a decirle de manera insistente y desesperada, tratando de quitarle el short.
Con una mano se agarraba el short para que no se lo quitara, con la otra empujaba mis manos para que lo soltara y en voz baja me decía…
No señora…, qué hace ¿?..., por favor…, su “papá” nos puede ver, la puerta está abierta…
Efectivamente yo no había cerrado la puerta del dormitorio…
No te preocupes por mi viejo…, una vez que se duerme no lo despierta nadie…
Eso último lo tranquilizó un poco, dejó de forcejear conmigo y soltó el short.
Quédate tranquilo, relájate, déjame a mi…, le dije.
Él estaba sentado, respaldado en la almohada. Me arrodille en la cama y le quité el short, quedó totalmente desnudo ante mis ojos…
Me sorprendí al ver su pija, la tenía totalmente parada… Y digo que me sorprendí porque después de ver su cuerpo flacuchento, no ...
... imaginé que tuviese una verga de ese tamaño.
Era muy gruesa, sobre todo su glande…, era muy impactante, rojizo y humedecido…
No había ni un pelo en todo su cuerpo, incluyendo las axilas y un muy escaso vello púbico.
Empecé a elogiarlo ¡que lindo que sos!.., le dije mientras acariciaba su pecho…, sus piernas, sus testículos y finalmente le agarré la pija…
¡Que hermosa pija que tenés…, que grande!..., me encanta…, hace mucho que no veía una pija así…, le dije mientras se la masajeaba….
Y la de su marido…, como era ¿?..., me preguntó…
Ya ni me acuerdo…, le contesté pero además le dije lo que a todos los hombres les gusta escuchar…
La de mi marido era mucho mas chica que la tuya…, aparte a él no se le ponía así tan dura… Seguí masajeándola…, lo miré fijamente y a modo de súplica le pedí permiso…
Me dejas que te la chupe un ratito ¿?...
Solo asintió con la cabeza…
Me arrodillé entre sus piernas y empecé a chupársela… Qué delicia sentir la protuberancia de sus venas hinchadas rozando mis labios y el sabor intenso de los jugos que iba soltando… Yo estaba muy concentrada y disfrutándolo al máximo, ya que si hay algo que me fascina es chupar pija, cuando de repente me sacó con sus manos diciéndome otra vez…
La puerta está abierta…, su “papá” se puede levantar…
Bastante irritada por la interrupción, le contesté… Ya te dije que no te preocupes por el viejo… y seguí chupándole la pija.
Él colocó sus manos sobre mi cabeza y me acariciaba suavemente ...