Mami Culona está en casa (2/2) - Relatos Eróticos

Mami Culona está en casa (2/2)

... desciende las escaleras con la misma ropa, aunque ahora su rostro y cabello claro están ligeramente húmedos. Traga saliva al verme y se aproxima a mi hermana para susurrarle algo al oído.

—¡El cumpleañero está ansioso por devorar su tarta!

Nos apiñamos alrededor de la mesa. Mi sobrino y mi hermana se ubican junto al pastel para entonar el “Feliz Cumpleaños” y darle la primera mordida. Fernanda me hace un gesto para que me una a ellos y tomemos una foto. Aprovecho la ocasión para rozar su cadera con mi mano y atraerlo hacia mí.

—¡Whisky!—grita Hugo, mi otro hermano. El flash estalla con tanta potencia que nos deja ciegos por unos instantes.

—¿Esa foto sí ha salido bien? —pregunta Fernanda, con el ceño fruncido.

—¡Claro que sí! Ahora vamos a lo que es.

Jonathan se muestra incómodo, y no puedo discernir si se debe solo a mi confesión o a un problema que ya traía consigo. Los aplausos y chiflidos resuenan mientras intentamos entonar y coordinar la canción. Lo observo sonreír y mirarme de reojo. Simulo pronunciar las palabras moviendo torpemente los labios, concentrándome únicamente en el sonido de mis palmas.

A partir de ese instante, nuestras actividades son mecánicas. Fernanda y yo nos encargamos de repartir la tarta y un par de bocadillos. Jonathan se acomoda en el sofá con un par de amigos y aparentemente comienza a recuperar su confianza, riendo genuinamente. Me resulta imposible apartar la mirada de él, incluso cuando la medianoche se aproxima y ...

... los invitados comienzan a marcharse. El tiempo se escurre entre mis dedos. Fernanda se ofrece a encargarse de la limpieza del desastre junto con su hijo mañana, y yo le aseguro que no hay ningún problema en absoluto.

—Descansa, querida —murmura mi hermana más tarde, rozando mi mejilla con un beso suave—. Te quiero.

—Buenas noches —dice Jonathan desde el otro extremo, y yo le dedico una sonrisa tímida.

—Buenas noches… —repito, observándolos ascender las escaleras con movimientos pausados. Un vacío se instala en mi pecho al verlos alejarse.

* * *

Trato de dormir, pero es una batalla perdida. La imagen de mi sobrino y todas esas posibles preocupaciones que puedan estar rondando su mente me mantienen despierta. Siento una fuerte punzada de remordimiento por haber actuado de manera tan impulsiva y estúpida con él. Me dejé llevar por mis instintos, sin considerar lo impactante que podría ser para él descubrir que soy la mujer con la que ha estado hablando eróticamente por internet durante las últimas semanas. Sin embargo, también descubro una parte de mí que no esperaba: laexpectativa. Estoy ansiosa de descubrir si verdaderamente está dispuesto a cumplir todas esas promesas que me hizo y a entregarse a mí con pasión. Quiero saber si me ama, si será capaz de decírmelo en la cara, si podrá besarme más, si podrá olvidarse de que soy la hermana de su madre… Sea como sea, creo que estoy llevando todo a sus extremos, ¿no? Apenas he dado el primer paso, ya vendrán otras ...