1. Las obsesiones inconfesables de mi hijo


    Fecha: 05/09/2024, Categorías: Incesto Autor: fran, Fuente: TodoRelatos

    ... Laura, si no quiere él venir pues me comentas a ver qué tal le ha ido, estos chicos de hoy en día son cada vez más reservados en este tipo de cuestiones, pero debemos respetar su intimidad y no obligarlos- me respondió resignado.
    
    Al día siguiente, compré la crema que me había recetado el médico y cuando Luís vino del instituto se la enseñé y le dije como debía actuar.
    
    - ¿Qué ejercicios, mamá? ¿hacerme una paja?- me dijo Luís todo incrédulo e interrogativo.
    
    - Hijo, llámalo como quieras- le respondí subiéndome los colores a mi cara.
    
    - Está bien mamá, voy a ducharme y a poner en práctica lo que me has dicho.
    
    Dejé a mi hijo entrara en la ducha de su habitación y empecé a oír caer el agua hasta que pocos momentos después oí el silencio en el baño, tenía la puerta entreabierta y no pude evitar la curiosidad de ver lo que estaba haciendo Luis, disimuladamente me acerqué y pude observarle frente al espejo con la polla dura untándose la crema por el glande.
    
    Quedé atónita ante el tamaño de la polla de mi hijo que estaba en plena erección dejando al descubierto la punta de su glande y el resto cubierto por el prepucio.
    
    Desde que dejé de bañarle no había vuelto a ver su vástago, y la verdad se había desarrollado con los años, era una polla fina con tendencia a curvarse hacia arriba, mi hijo empezó a frotarse con cuidado y la visión me excitó muchísimo viendo a aquel joven que había parido con el cuerpo tenso masturbándose, la cabeza echada hacia atrás con los ojos ...
    ... cerrados, la mano izquierda aferrada con fuerza al poyete del lavabo y con su mano derecha deslizándose a lo largo de su tronco.
    
    Intuitivamente mis manos se aferraron a mis pechos y un intenso calor se apoderó de mi entrepierna observando a mi hijo aumentar el ritmo, un grito mezcla de dolor y excitación salió de su garganta para segundos después un chorro de leche impactar contra el cristal del espejo, empezando a deslizarse lentamente por el mismo.
    
    Salí inmediatamente de su habitación, para que no se apercibiera de mi presencia, con un calentón pocas veces sufrido en mi cuerpo y volviendo a la cocina como si nada hubiera ocurrido.
    
    - ¿Has hecho lo que te he dicho?- le dije con gesto de interés.
    
    - Sí mamá, aunque me sigue molestando – me contestó ajeno a lo que su madre había presenciado.
    
    - Bueno mañana vuelves a hacerlo y verás como poco a poco se te va pasando.
    
    Pasé el resto del día, con la imagen de Luís metida en mi mente, intentaba quitármela de la cabeza, pues era mi hijo y no estaba bien pensar tan incestuosamente.
    
    Mi marido llegó por la noche del viaje de trabajo, totalmente cansado, tanto que al acostarse quedó rendido en pocos instantes, tardé en dormirme, no dejaba de ver la verga de mi hijo dura, enfilada hacia arriba miré al lado y comprobé como mi marido me daba la espalda roncando como un bendito, pasé mi mano derecha por mis muslos que se abrieron, estaban calientes y más cuando mis dedos llegaron a la braga que deslice a un lado y mi dedo ...
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