La captura de Letticia
Fecha: 29/09/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Catalina, Fuente: TodoRelatos
Debido a un problema técnico (torpeza) borré sin quererlo el primer capítulo de la serie de Letticia. Lo vuelvo a subir con algunas correcciones.
Carlo bajó del avión tras agradecerle al capitán su trabajo y bajó por la pasarela de salida mientras veía los primeros rayos de sol en la ciudad de Pretoria, Sudáfrica. Había llegado al aeropuerto nacional de Wonderboom a primera hora de la mañana, sobre las 5:00 de la mañana. Carlo tenía un poco de miedo a volar, así que se había tomado una pastilla relajante recetada por su médico, no sin antes decirle a su azafata personal que quería que le chupara la polla mientras se relajaba durante el vuelo. La aerolínea, de origen emiratí, ponía una esclava-azafata a disposición de cada uno de los pasajeros de clasebusiness. Para ser justos, Carlo sólo había pagado un par de cientos de dólares más en el último momento para promocionar su asiento a la ida y a la vuelta.
Había decidido ir de caza a Sudáfrica pero no llevarse a ningún compañero, aunque estuvo tentado de hablar con su amigo y compañero Mario Davis, delegado sindical en la fábrica donde ambos trabajaban. Ambos compartían el mismo nivel de racismo—únicamente hacia las mujeres—y el mismo gusto por la humillación y la degradación de aquellos animales y todo lo que tuviera que ver con hacerles sufrir, pero finalmente decidió ir él solo porque, por un lado, Mario ya tenía su propia esclava negra, Odette, mientras que él no sólo no la tenía, sino que viajaba a Sudáfrica para ...
... conseguirla de primera mano y de la mejor manera: cazándola.
El gobierno sudafricano, al igual que todos los países miembros de la Unión Africana, había legalizado la esclavitud femenina al igual que Estados Unidos pero, al tener una proporción de 9 mujeres por hombre frente a las 7 de muchos otros países como Estados Unidos de América, había intentado fomentar la emigración de sus hembras suprimiendo todos los derechos de las mujeres libres siempre que fueran secuestradas por turistas de países no pertenecientes a la Unión Africana.
Carlo sólo tenía que pagar un permiso de caza y una tasa por su presa cazada.
Había contratado a una guía, una mujer que le mostraría los rincones más escondidos de la sabana y le enseñaría a distinguir el diferente estatus social de cada ejemplar. Carlo había viajado a Sudáfrica sólo para conseguir una esclava, así que no estaba interesado en capturar a su guía, que al parecer se llamaba Johannes. De todas formas, preguntó en la agencia de viajes y le dijeron que también podía ser secuestrada si lo deseaba.
Carlo miró su reloj, eran las 5:30 de la mañana. Necesitaba desayunar algo antes de coger el tren que le llevaría a su destino.
Tenía acceso gratuito a la sala VIP, así que se dirigió allí y una mujer negra de unos 20 años, con rasgos orientales, las tetas descubiertas y muy bien vestida con el uniforme de la aerolínea le dio la bienvenida y le pidió su billete mientras otra cogía su equipaje y lo metía en una taquilla.
—Señor ...