La captura de Letticia - Relatos Eróticos

La captura de Letticia

... le habría proporcionado una nueva esclava o habrían utilizado una de las antiguas cuando abrió la puerta de su suite y encontró, arrodillada junto al cuerpo sin vida de Jeanette, a una esclava con un cuerpo similar y una cabeza exactamente igual de calva.

—Mi amo Carlo, me llamo Sitfunti, tengo 18 años, seré suya durante todo el viaje. Fui esclavizada hace dos semanas, y mi virginidad....

—Cállate,nigger—dijo Carlo desabrochándose la bragueta—date la vuelta y ofréceme tu coño. Queda poco más de media hora para que el tren llegue a su destino y quiero vaciarme las pelotas.

Sitfunti no lo dudó y se colocó en la cama con su culo mirando hacia Carlo mientras éste se acerceba, se acariciaba la polla y comenzaba a penetrarla. Apenas se dio cuenta de que la puerta se abría y unos empleados retiraban el cuerpo de Jeanette arrastrándola por los pies. Carlo penetró el coño de su esclava y encontró resistencia a medio camino, pero insistió y metió el resto de su polla de un solo empujón haciendo gritar de dolor a la joven. Tras unos minutos follando el coño de su nueva compañera Carlo sacó la polla y se colocó en la cama.

—Chúpame los huevos y luego límpiame la polla hasta que me corra. Tiene un poco de sangre—dijo refiriéndose a la ya inexistente ...

... virginidad de la negra mientras abofeteaba la cara de la pobre desgraciada con el pie. Ésta hizo lo que se le había ordenado, lamiendo los huevos de Carlo con mucho cuidado y pasando después a su polla.

Carlo se deja masturbar por la boca de Sitfunti y, un rato después, la sacó y se corrió sobre su negra cabeza rapada.

Carlo no se molestó en pedirle que se limpiara, sabía que no lo haría si él no se lo ordenaba. Se levantó y se vistió.

Una mujer joven, sin cuello y de cuerpo ligeramente atlético, esperaba con un cartel blanco con el nombre de Carlo cuando éste bajó del tren en su dirección.

—Señor Pastorino. Me llamo Johannes, seré su guía y compañera de caza durante su estancia en Musina. Espero que el viaje haya sido reconfortante. Estoy a su disposición y me aseguraré de que todo sea de su agrado y de que pueda cazar una hermosa hembra local. Tengo carnet de conducir y también teléfono ya que estoy autorizada al ser guía de la agencia de viajes, mi coche está aparcado fuera. Nos dirigiremos a las afueras de la ciudad, a la sabana.

Carlo la acompañó y se sentó en el asiento del copiloto, poniéndose cómodo y dejando que Johannes condujera.

Aún tenía que cazar una presa y su viaje no había hecho más que empezar.

Fin del capítulo 1.