1. Amor familiar (capitulo 1)


    Fecha: 02/10/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Incesto Autor: cleversex, Fuente: SexoSinTabues30

    ... Salté de la cama, la cogí en brazos y me senté con ella en un sillón que en un rincón de la habitación hacia de descalzadota. La arrodillé entre mis piernas y metiéndola dos dedos en la boca, ella empezó a chupar automáticamente, la dije mientras la miraba a los ojos.
    
    —Ahora te voy a meter la polla en la boca y quiero que chupes muy lentamente, muy despacio, y cuándo me corra y te llene la boca de semen, antes de tragártelo quiero que me lo enseñes: ¿lo has entendido? —asintió con la cabeza mientras seguía chupando mis dedos con los ojos cerrados. Cómo recompensa, bajé la mano libre y la acaricie el chocho que estaba totalmente húmedo. Reaccionó gimiendo y añadí—: luego más, pero ahora te lo tienes que ganar.
    
    Saqué los dedos de su boca y agarrándola la cabeza por la coleta la empecé a bajar lentamente. Paré a escasos centímetros y ella empezó a sacar la lengua para intentar alcanzarla. Dejé que la tocara levemente con la punta de la lengua durante unos segundos y finalmente la permití que se la metiera en la boca. Ví cómo intentaba alcanzarse la vagina por detrás pero por la forma de atarla las manos no podía y eso la excitó más, mucho más. Aguanté un par de minutos, pero al final me derramé en su boca—. ¡Mueve la lengua! —la ordené antes de empezar a gritar de placer. Marina, sumisa, me obedeció en el acto. Después, se incorporó y me enseñó la boca llena de semen. La acaricie la mejilla y la ordené—: ¡trágatelo! —y sin pestañear me volvió a obedeció.
    
    Me levanté y ...
    ... después de coger el vaso de whisky me volví a sentar. La dije que siguiera chupando mientras saboreaba el licor de papá. Así estuvimos un buen rato sin que ella profiriera la más minima queja, al contrario, la veía disfrutando. Finalmente, la incorporé y la miré a esos ojos azules que tanto me gustaban y que nadie más tenía en la familia. Lo achacábamos a la tatarabuela de mi padre que también los tenía azules.
    
    —Quiero que quede una cosa clara, —la dije sin ningún tipo de delicadeza—. Me vas a obedecer en todo.
    
    —Sí Jaimete.
    
    —Y voy a hacer contigo todo lo que quiera sin que te resistas.
    
    —Sí Jaimete.
    
    —Incluso si te quiero pegar, —mi hermana cerró los ojos de placer— lo aceptaras y no te opondrás. ¿Ha quedado claro?
    
    —Sí Jaimete.
    
    —Y una cosa más, siempre estarás a mi disposición para lo que yo quiera y cuándo quiera y te voy a follar por todos tus agujeros, ¿entendido?
    
    —Si Jaimete.
    
    —Y por supuesto, nadie debe enterarse de esto.
    
    —Si Jaimete.
    
    —Buena chica, —la dije acariciándola la mejilla. Después di un buen trago de whisky y juntando mis labios a los suyos la traspase el licor. Se lo bebió con el mismo resultado anterior: los pezones se la pusieron duros y yo aproveche para chapárselos un buen rato mientras la tiraba de la coleta hacia atrás dejando expuesto su cuello. Cuándo me harté de comerla los pezones subí y lo besuqueé.
    
    La levanté y siempre cogida por la coleta la llevé a la cama y la obligué, la verdad, sin mucho esfuerzo, a tumbarse en ...
«12...5678»